Varias organizaciones relacionadas con la salud de los fumadores revelaron que la pandemia ha significado un doble riesgo para los que son adictos a la nicotina. Por un lado están fumando más y, por otro, el daño a sus pulmones los hace más susceptibles al virus.
La vulnerabilidad de los fumadores está tan establecida que en algunos estados en Estados Unidos se les da prioridad a la hora de vacunar por ser considerados de alto riesgo.
Cifras dadas a conocer por líneas de apoyo para este tipo de adicciones indican que durante la pandemia se redujo significativamente el número de personas interesadas en dejar el cigarrillo y, en cambio, aumentó la venta de esos productos.
“Dejar de fumar es difícil cuando todo está bien”, dice Linda Bailey, presidente de la asociación estadounidense NAQC, que maneja las llamadas a las líneas de apoyo para esa población. “El estrés y la ansiedad creada por la pandemia han hecho que sea aún más difícil. La gente está pensando en otras preocupaciones y a dejado a un lado la idea de no fumar”, agrega.
Según su asociación, el año pasado se redujeron en un 27 % las llamadas pidiendo ayuda para dejar el cigarrillo, la cifra más baja desde 2007, es decir, desde que existe ese apoyo. Mientras tanto, hay un aumento en la venta de cigarrillos. Si bien el consumo había disminuido hasta en un cinco por ciento anual desde 2015, el año pasado hubo un aumento de un 1 %.
Para expertos como Anne DiGiulio, de la Asociación Americana de los Pulmones, lo que preocupa desde todas las disciplinas médicas es el descenso en el número de personas que quieren dejar el cigarrillo. “Nos impresionan los nuevos datos, son muy dramáticos. Esto nos indica cómo ha sido la influencia de la pandemia en aquellos que quieren dejar de fumar”, afirmó.
En la información que hicieron pública, las fechas de mayor consumo coinciden con las más críticas de la pandemia. Se estima que, durante los primeros tres meses, bajó hasta en un 40 % la cantidad de gente buscando ayuda para dejar el vicio.
Esa fue una época durante la cual aumentaban los contagios y los muertos, así como los reportes de ansiedad y depresión en el campo de salud mental.
A manera de anécdota, los expertos en ayudar a dejar el cigarrillo cuentan que los pocos que llamaron durante ese periodo buscaban apoyo emocional para lidiar con la pandemia, por encima de su deseo real de dejar de fumar.
Otro fenómeno que reportó las cifras reveladas hace pocos días indica que muchos exfumadores o volvieron a fumar, o estuvieron tentados y por eso buscaron ayuda.
Para el grupo de expertos de varias organizaciones que se unieron para entregar sus alarmantes resultados, la pandemia no puede seguir siendo excusa para mantener la mala costumbre del cigarrillo. De acuerdo con el Centro de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) en los Estados Unidos, el tabaco sigue siendo la principal causa de muertes en ese país, con mas de 480 mil anuales.
Fumar es, además, la principal causa de muerte entre las enfermedades que se pueden prevenir. A esa información se suma que desde 2019 el cigarrillo hace que quienes lo consumen sean más vulnerables a la covid-19 y menos fuertes para sobrevivirlo.