Una delegación estadounidense denunció la represión de los derechos de las mujeres en Afganistán durante una reunión con funcionarios talibanes en Doha, en la que reconoció algunos avances en la lucha contra el opio, informó el Departamento de Estado.
Durante estas conversaciones a puerta cerrada en Catar, la delegación estadounidense acusó a los talibanes del “deterioro de la situación de los derechos humanos, en particular de las personas vulnerables” como mujeres y niñas, señaló en un comunicado divulgado el lunes.
Desde que tomaron el poder en agosto de 2021, los talibanes han hecho cumplir su estricta visión del islam con leyes que vulneran los derechos de las mujeres, que se ven excluidas de los centros de enseñanza secundaria y las universidades y no pueden ir a parques públicos, pabellones deportivos y salones de belleza.
Un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores afgano publicado el lunes por la noche afirma que se habló de derechos humanos. No entra en detalles. Los derechos de las mujeres son un punto conflicto en las negociaciones con Washington sobre la ayuda al país asiático. Según las autoridades talibanas, se ha hablado de un levantamiento de las restricciones y de las sanciones bancarias.
“Una vez más, para generar confianza, es importante suprimir las listas negras y liberar reservas bancarias para que los afganos puedan desarrollar su economía sin ayuda extranjera”, subrayan. La delegación estadounidense dice estar “abierta a un diálogo técnico sobre temas de estabilización económica próximamente”.
Por último, la delegación afirma haber “tomado nota” del “compromiso renovado” de los talibanes de no permitir que su país se use como plataforma de ataques a Estados Unidos y sus aliados. En cuanto a la lucha contra el opio, Estados Unidos ve una “caída significativa” de las superficies cultivadas esta temporada desde que los talibanes prohibieron el cultivo de la planta de la que se extrae esa sustancia.
La delegación talibán pidió asimismo de nuevo que se restablezcan los servicios consulares para los afganos en todo el mundo. Varias embajadas afganas operan bajo la autoridad de los talibanes, sobre todo en Pakistán, Turquía y China, pero muchas de ellas siguen en poder de diplomáticos vinculados al gobierno anterior que sigue representado en la ONU.
Quema de instrumentos musicales
Las autoridades talibanas encendieron este fin de semana una hoguera en una provincia del oeste de Afganistán y arrojaron instrumentos y equipos musicales a las llamas, por considerar la música como inmoral. “Promover la música conduce a la corrupción moral y tocar música extravía a los jóvenes”, declaró Aziz al-Rahman al-Muhajir, responsable del Ministerio de Promoción de la Virtud y Represión del Vicio en la provincia occidental de Herat, donde tuvo lugar la hoguera.
Desde su llegada al poder en agosto de 2021, los talibanes impusieron una serie de leyes que reflejan su rigurosa visión del islam, que incluye la prohibición de tocar música en público. Muchos de los equipos musicales que se quemaron el sábado fueron confiscados de las salas de boda de la ciudad. Entre los instrumentos lanzados a la hoguera había una guitarra, un armonio, otros dos instrumentos de cuerda y un tablá (tambores).
Además de la música, las mujeres son las principales víctimas de las nuevas leyes impuestas por los talibanes, con su exclusión de la mayoría de los centros de educación secundaria, de las universidades y de la administración pública.
Las mujeres tampoco pueden trabajar para organizaciones internacionales, acceder a parques, jardines, gimnasios o baños públicos o viajar sin ir acompañadas de un familiar varón. También deben cubrirse integralmente al salir de casa.
Miles de salones de bellezas cerraron de manera definitiva el martes después de la entrada en vigor de un decreto. Muchos de estos comercios eran regentados por mujeres y solían ser a menudo su única fuente de ingresos.
*Con información de AFP.