Varios de los principales congresistas del Partido Demócrata exigieron el lunes 17 de marzo una investigación sobre posible corrupción criminal, caso que involucraría a Elon Musk, el multimillonario tecnológico, el hombre más rico del mundo y a quien el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, le encargó recortar el gobierno federal a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge).
La investigación debería involucrar “la decisión de la Administración Federal de Aviación (FAA) de cancelar un contrato de 2.400 millones de dólares con Verizon para mejorar las comunicaciones de control de tráfico aéreo y pagar (…) a Starlink, de Musk, para ayudar a gestionar el espacio aéreo estadounidense”, les escribieron los senadores Chris Van Hollen, Richard Blumenthal y Elizabeth Warren a la fiscal general, Pam Bondi, y al inspector general interino del departamento de transporte, Mitch Behm.
“Solicitamos que la Oficina del Inspector General del Departamento de Transporte y el Departamento de Justicia investiguen el alcance de las actividades del Sr. Musk en la FAA”, dijeron los senadores en la carta que se ha dado a conocer en la mañana de este lunes por el medio británico The Guardian.
Una investigación, decía la carta, determinaría si Musk, “en su calidad de empleado especial del gobierno en la Casa Blanca, ha participado en algún asunto particular en el que tiene un interés financiero, lo que violaría el estatuto penal de conflicto de intereses”.
La gran fortuna de Musk se ha obtenido a través de empresas como Tesla, X y SpaceX, fabricante de la tecnología de internet satelital Starlink. Tras donar cientos de millones a la campaña electoral de Trump, se ha hecho cargo del llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental, un esfuerzo para recortar drásticamente los presupuestos nacionales y del personal del gobierno de los Estados Unidos.
Así mismo, los senadores demócratas dijeron que, como empleado especial del gobierno, Musk debería estar “sujeto a las reglas federales de conflicto de intereses” y podría estar usando su rol en el gobierno para beneficiar a su propia empresa privada.
“Los informes indican que algunos miembros del personal de SpaceX, la empresa matriz de Starlink, ya han comenzado a trabajar en la FAA”, se aseguró de parte del grupo de opositores del gobierno Trump.
Además, según afirman varios medios de comunicación, Starlink estaría comenzado a enviar su hardware a la FAA, aunque la compañía ha declarado varias veces que proporciona kits satelitales a la agencia gubernamental de forma gratuita.
Sin embargo, fuentes sugieren que la FAA está ordenando a su personal que empiece a buscar decenas de millones de dólares para un acuerdo con Starlink.
SpaceX ha calificado de falsos los informes sobre sus acuerdos extralegales con la Administración Federal de Aviación, intentando dar un cierre a la situación, mientras aumenta la polémica.
“Starlink es una posible solución parcial a un sistema obsoleto. No hay ningún esfuerzo ni intención de que Starlink se haga cargo de ningún contrato existente; eso es simplemente FUD (miedo, incertidumbre y duda)”. Por ahora, ni Elon Musk, ni el presidente Donald Trump se han referido a la acusación.