Aunque Joe Biden ganó en noviembre por más de diez puntos porcentuales las elecciones en el estado de Virginia, hoy la situación de los demócratas no es la mejor, pues aunque este siempre ha sido un bastión fundamental para los políticos del partido, este miércoles amanecieron con el triunfo del magnate republicano Glenn Youngkin, quien ahora será el gobernador.
El multimillonario aventajaba en 2,7 puntos al demócrata Terry McAuliffe con más de 95 % de los votos escrutados, lo que llevó a la NBC y a la ABC a dar la victoria al republicano.
El candidato demócrata, gobernador de Virginia hasta enero de 2018, había empezado la carrera como claro favorito, pero en los últimos días de la campaña los sondeos mostraban mucha igualdad entre ambos contendientes.
El hecho de que un multimillonario que se presenta por primera vez a unas elecciones derrote a un exgobernador con bastante popularidad es un varapalo para Biden de cara a las importantes elecciones de 2022 en las que se determinará el control del Congreso.
Youngkin, que invirtió al menos 20 millones de dólares de su propia fortuna en estos comicios, debía dirigirse de modo inminente a sus seguidores que llevaban horas celebrando en su sede de campaña.
La elección era vista en todo el país como una guerra entre Biden y el expresidente Donald Trump, quien apoyó de inicio a Youngkin. Muchos ven este triunfo como uno del propio exmandatario y la derrota, como una primera evaluación del presidente de Estados Unidos, quien arrancó con una alta popularidad en enero, debido a sus programas sociales, el plan de vacunación y la restauración de las relaciones internacionales, pero que en los últimos meses ha visto cómo su imagen ha ido cayendo lentamente.
Cabe mencionar que los demócratas barrieron durante cinco años contra los republicanos en una clara manifestación adversa en contra del expresidente Trump, a quien consideraban un “incapaz” y un mandatario con malas políticas, como recogen varios medios estadounidenses; sin embargo, ahora que los demócratas están en el poder, las posiciones se voltean.
En esta región, aún se sienten los estragos que causó la pandemia de la covid-19 y que muchos esperaban que desapareciera a medida que avanzaba el gobierno de Biden.
Aunque este es un gran revés para los demócratas, más con mira a las elecciones del próximo año, que casi marcan la mitad del periodo presidencial y que definen el control del Congreso durante la segunda mitad del periodo presidente, este no es el único que sufrieron esta semana, pues además de Virginia, también podrían perder en Nueva Jersey.
Los planes de Biden
Los demócratas querían que la carrera fuera un referéndum sobre Trump. Por esto, unos días antes de las elecciones Biden se presentó en Virginia en un mitín para criticar al propio expresidente, en vez de mostrar sus avances en los casi once meses que lleva en el cargo, lo cual fue visto como un error por parte de los analistas estadounidenses.
Al principio de la campaña, Youngkin aceptó el apoyo de Trump y se abstuvo de criticar al expresidente. Pero también evitó deliberadamente situarse al lado del líder republicano, mal visto entre los independientes en gran parte de Virginia, o presentarse como un acólito suyo.
La pérdida de McAuliffe también asustará, casi con toda seguridad, a los moderados del Capitolio y hará que algunos dejen de apoyar el plan de Biden de US$ 3 billones para impulsar la economía.
Este plan, centrado en el bienestar social y las infraestructuras, es fundamental en la agenda política del presidente, pero está sufriendo importantes contratiempos para ser aprobado en Washington.
El martes también se celebraron elecciones en otros estados. En la ciudad de Nueva York, el demócrata Eric Adams ganó la Alcaldía, y el estado de Nueva Jersey aún está por definirse.