“Entendido, buenas noches” fueron las últimas palabras que el piloto del vuelo MH370 dijo a las autoridades de Malasia antes de esfumarse. El avión despegó de Kuala Lumpur en la madrugada del sábado y debía a aterrizar seis horas después en Beijing. Pero casi una semana después nadie se explica cómo un Boeing 777–200 pudo desaparecer. El misterio tiene a diez países buscando por cielo y tierra al avión y a cientos de familiares en un hotel en Beijing a la espera de noticias que no llegan. La torre de control se comunicó con el piloto una hora después del despegue para informarle que entraba en espacio aéreo de Vietnam y desde entonces, el avión desapareció de los radares sin enviar un solo mensaje de alerta. Abordo había 227 pasajeros, la mayoría chinos, y 12 tripulantes. Con el paso del tiempo las respuestas se agotaron. Ni el gobierno de Malasia ni la aerolínea tenían cómo resolver los interrogantes. Los familiares, concentrados en un salón de un hotel en Pekín y acompañados por psiquiatras y expertos en aviación, no se explicaban que no se supiera nada con toda la tecnología existente. Las imágenes de periodistas, analistas y políticos señalando con un apuntador láser sus mapas, inundaron las pantallas de televisión. Era tal la incertidumbre, que hasta se llegó a especular que la aeronave había sido raptada por extraterrestres o hasta colisionada por un meteorito. La intriga contagió al mundo. La gente quería saber qué había pasado y hasta se puso en marcha una red de búsqueda en la que cualquiera, valiéndose de Google Maps, podía ayudar a descifrar el misterio. Luego de descartar manchas de aceite sospechosas y piezas que aparecieron flotando en medio del mar, las esperanzas se agotaron y el paso de los días hacía más surrealista el misterio. Tendría sentido que esto pasara hace unas décadas, pero no ahora. No cuando los sistemas de seguridad cuentan con la más sofisticada tecnología. Ni cuando la Boeing es una de las casas con mayor experiencia en el mundo y ese avión es una maravilla de sofisticación. Las investigaciones solo tienen una certeza: el avión se desvió de su ruta inicial por razones desconocidas. El radar de una base militar dijo haber detectado la aeronave a las 2:40 del sábado sobre la isla de Pulau Perak, en el centro estrecho de Malacca. Por esta razón, aunque en un principio la búsqueda se concentró en el mar entre Malasia y Vietnam, las miradas se clavaron luego en la costa oeste. “Los equipos de búsqueda y rescate han expandido el alcance más allá de la ruta de vuelo. El foco está ahora en el oeste peninsular de Malasia y el estrecho de Malacca. Las autoridades están mirando la posibilidad de que se produjera un intento del vuelo MH370 de regresar a Subang (Malasia). Se están mirando todas las posibilidades” aseguró un portavoz de Malaysia Airways. Pero tampoco es seguro que lo que el radar haya detectado sea precisamente el avión, pues como explicó el jefe de la Fuerza Aérea de Malasia, Rodzali Daud: “Es apenas un punto en el radar sin identificar”. Al cierre de esta edición, la búsqueda se había ampliado al océano Índico, lo que abrió aún más incógnitas. Estas son las principales hipótesis que intentan explicar el enigma del vuelo MH370. (Ver infografía)Explosión en el aireLa primera hipótesis es que el vuelo pudo haberse desintegrado en el aire por dos razones: una falla técnica o una amenaza terrorista. La primera teoría es bastante improbable pues como le dijo a SEMANA el piloto experto en seguridad Armando Latiff, quien ha volado este modelo en Kuala Lumpur: “Estamos hablando de aviones de alta tecnología que son muy resistentes. Si el localizador de emergencia no se activó es porque probablemente no ocurrió un accidente.” Se supone que el localizador se activa automáticamente ante cualquier anomalía. En el caso del vuelo 447 de Air France, que se esfumó en el Atlántico en 2009 en la ruta Río de Janeiro – París, el localizador se activó de inmediato y lo mismo ocurrió el verano pasado, cuando un Boeing 777 se estrelló en el aeropuerto de San Francisco y causó la muerte de tres personas. En todos los casos, el localizador ha funcionado. “Por eso es que el caso de este avión tiene desconcertada a la opinión aérea. En muchos años no se había visto un caso parecido. Ya es demasiado tiempo con los recursos que tenemos para no dar con el avión” agregó. Y si la primera teoría parece absurda, la idea de un ataque terrorista tampoco da muchas luces. Aunque se supo que dos jóvenes iraníes llevaban pasaportes robados de Italia y Austria, la Interpol aseguró el martes que no había indicios de que pertenecieran a un grupo criminal, sino que fue más bien una falla aeroportuaria la que permitió que se colaran en el avión. Cayó al marCuando parecía que la situación no podía ser más confusa, las imágenes satelitales del gobierno chino en las que supuestamente se encontraban piezas enormes del avión en las aguas del estrecho de Malacca aumentaron el misterio. Sin embargo, varias aeronaves enviadas este jueves por Malasia y Vietnam no encontraron nada. Pero esto tampoco es suficiente para descartar un posible accidente en el agua. “Si el avión cayó en medio del océano y no está cerca de una ruta de navegación, nadie sabe cuánto tiempo tardaremos en encontrarlo,” le dijo a la agencia AP Michael Smart, profesor de ingeniería aeroespacial de la Universidad de Queensland, Australia. Secuestro o sabotajeSi no se trató de una explosión en el aire y tampoco cayó al agua, podría barajarse la posibilidad de un secuestro. Algunos medios llegaron a especular que se trató de un atentado planeado por los uigures, comunidad étnica que hace varios años lucha por la independencia de China.Sin embargo, al final de la semana los servicios de inteligencia norteamericanos lanzaron una hipótesis que se abrió paso. Llegaron a la conclusión de que como el avión no sólo describió una trayectoria errática luego de que alguien apagó el transponder sino que subió y bajó varias veces, algún tipo de sabotaje tenía que estar ocurriendo a bordo. Por todo lo anterior, las autoridades malasias decidieron dirigir las investigaciones en ese sentido. Y, en consonancia con lo establecido por los norteamericanos, la búsqueda se intensifico en un área específica del Oceano Índico.El misterio que rodea el incidente abre el debate frente a la necesidad de que los aviones tengan un sistema que comunique en tiempo real el estado de la aeronave. La caja negra ya no es suficiente porque solo se limita a registrar la posición del avión y las conversaciones en cabina. Aunque ya existen sistemas de ese tipo, las aerolíneas no los utilizan porque son muy costosos o porque en los vuelos transoceánicos no hay banda suficiente para que la comunicación sea del todo efectiva. Mientras más pasan los días, las probabilidades de que el misterio del MH370 tenga un final feliz son muy pocas. Por ahora los radares se mantienen encendidos a la espera de que algún milagro desafíe las leyes de la lógica y la matemática. Pero si algo aprendió el mundo esta semana es que hay cosas que ni la ciencia puede explicar.