El asteroide que acabó con los dinosaurios probablemente provino de la mitad exterior del cinturón de asteroides principal, una región que se pensaba que producía pocos impactadores de ese tipo, según reveló un reciente estudio liderado por investigadores del Southwest Research Institute (SwRI) de los Estados Unidos.
Los hallazgos del estudio fueron publicados en Icarus, revista de divulgación científica especializada en ciencia planetaria, en la que los expertos plantearon que los procesos que envían grandes asteroides a la Tierra desde esa región ocurren al menos 10 veces más frecuentemente de lo que se pensaba hasta ahora.
Los investigadores combinaron modelos informáticos de la evolución de asteroides con observaciones de asteroides conocidos para investigar la frecuencia de los llamados eventos de Chicxulub, cuyo origen se remonta 66 millones de años atrás cuando un cuerpo de 9 kilómetros de diámetro golpeó en lo que ahora es la península de Yucatán en México y formó el cráter Chicxulub.
Esa explosión masiva desencadenó un evento de extinción masiva que puso fin a los dinosaurios. A pesar de los avances científicos sobre el origen del cráter de Chicxulub, los expertos advirtieron que aún se mantienen varios misterios.
“Dos cuestiones críticas aún sin respuesta son: ‘¿Cuál fue la fuente del impactador?’ y ‘¿con qué frecuencia ocurrieron tales eventos de impacto en la Tierra en el pasado?’”, aseguró en un comunicado el coautor del estudio, William Bottke.
Los geólogos han examinado previamente muestras de rocas de 66 millones de años encontradas en la tierra y dentro de los núcleos de perforación del cráter. Los resultados indican que el objeto impactador era similar a la clase de meteoritos condrita carbonosa, algunos de los materiales más prístinos del sistema solar.
“Decidimos buscar dónde podrían estar escondidos los hermanos del impactador Chicxulub”, agregó David Nesvorny, autor principal de un artículo que describe la investigación.
Para esa labor el equipo de expertos utilizó modelos informáticos que rastrean cómo los objetos escapan del cinturón de asteroides principal, una zona de cuerpos pequeños ubicada entre las órbitas de Marte y Júpiter.
Los hallazgos fueron “intrigantes”
Utilizando la supercomputadora Pleaides de la NASA, el equipo siguió 130.000 modelos de asteroides que evolucionaron de esta manera lenta y constante durante cientos de millones de años.
Se prestó especial atención a los asteroides ubicados en la mitad exterior del cinturón de asteroides, la parte más alejada del Sol. Para la sorpresa de los investigadores, encontraron que asteroides de 9 kilómetros de ancho de esta región golpean el planeta Tierra al menos 10 veces más a menudo de lo que se había calculado anteriormente.
“Este resultado es intrigante no solo porque la mitad exterior del cinturón de asteroides alberga una gran cantidad de impactadores de condrita carbonosa, sino también porque las simulaciones del equipo pueden, por primera vez, reproducir las órbitas de grandes asteroides a punto de acercarse a la Tierra”, dijo el coautor Simone Marchi.
“Nuestra explicación de la fuente del impactador de Chicxulub encaja a la perfección con lo que ya sabemos sobre cómo evolucionan los asteroides”, agregó el investigador.
En conclusión, el equipo de expertos del Southwest Research Institute (SwRI)descubrió que los asteroides de 9 kilómetros de ancho golpean la Tierra una vez cada 250 millones de años en promedio, una escala de tiempo que arroja probabilidades razonables de que el cráter Chicxulub ocurrió hace 66 millones de años.
Estos resultados se suman a una reciente investigación presentada en la conferencia de geoquímica Goldschmidt que sugiere que el número de impactos de asteroides que sufrió la tierra en tiempos lejanos pudo haber sido 10 veces mayor de lo que hasta ahora creían los científicos que han estudiado el fenómeno, lo que se traduce en un aluvión de colisiones sobre la superficie terrestre.
*Con información de Europa Press.