La Última Cena es una de las escenas más representadas en la historia del arte y tiene una importancia central en la tradición cristiana. Según los Evangelios del Nuevo Testamento, se trata de la última comida que Jesús de Nazaret compartió con sus doce apóstoles antes de su crucifixión.
Durante esta cena, que se llevó a cabo en la víspera de la Pascua judía, Jesús instituyó lo que se conoce como la Eucaristía o Comunión. En este acto, tomó pan y vino, los bendijo y los ofreció a sus discípulos, diciendo que el pan era su cuerpo y el vino su sangre. Este acto simboliza el sacrificio que estaba por venir y se convierte en un ritual central en la misa cristiana.
El misterio sobre el lugar y la fecha exacta de este importante evento en la vida de los cristianos había sido un dato desconocido hasta que en los últimos días los arqueólogos develaron lo que sería el lugar exacto de esta reunión hace 2000 años.
Los expertos creen que el encuentro bíblico ocurrió en el ‘Cenáculo’ de una casa de dos pisos con paredes de piedra caliza y un techo rojo inclinado que aún se mantiene en pie en la ciudad.
La ubicación ha sido documentada en varias obras de arte que datan al menos del siglo IV d.C., que fue también cuando los cristianos comenzaron a visitar la sala para honrar los últimos momentos de libertad de Cristo antes de la crucifixión, según artículo del Daily Mail.
La habitación se describe brevemente en el libro de Lucas 22:11-13, cuando Jesús solicitó un aposento alto grande y amueblado donde él y sus discípulos pudieran comer su cena de Pascua.
El Cenáculo se encuentra en la antigua ciudad de Jerusalén, en el monte Sión, situado encima de la puerta sur, y fue construido con grandes columnas ramificadas que sostenían un techo abovedado y un tejado rojo inclinado que todavía se conserva en la actualidad.
El Cenáculo, también conocido como Cenáculo, fue originalmente una sala de oración con capacidad para más de 120 personas.
Pero no fue hasta 2017 que David Christian Clausen, profesor adjunto de Estudios Religiosos en la Universidad de Carolina del Norte, notó algo inusual: había un edificio con el mismo techo rojo inclinado que el Cenáculo y estaba en el mismo lugar.
Esto llevó a los investigadores a sospechar que el Cenáculo fue el lugar de la Última Cena, pero aún necesitaban más pruebas, que aparecieron en un dibujo del siglo VI descubierto en Italia en 1846.
El dibujo mostraba a Jesús recorriendo las puertas del sur de la ciudad montado en un burro con el Cenáculo al fondo, según el Daily Mail.
Pese a los resultados obtenidos en un amplio transcurso de la historia, Los investigadores aún necesitan realizar más estudios, según Re-em, quien dijo que todavía no hay ninguna evidencia arqueológica de que el Cenáculo fuera el lugar de la Última Cena.
La Autoridad de Antigüedades de Israel, ha dicho anteriormente que la mala iluminación del sitio, las paredes descoloridas y las continuas remodelaciones les han impedido realizar más investigaciones.