A partir de este viernes 25 de junio entra en vigor la ley que autoriza la eutanasia en España, con lo que este país europeo se convertirá en una de las pocas naciones del mundo en permitir que los pacientes que sufren enfermedades incurables decidan morir para ponerle fin a su sufrimiento.
El Ministerio de Sanidad de España aseguró en las últimas horas que esta decisión brindará “respuesta a la demanda social existente en torno a este tema” y que contiene “garantías” para acotar el recurso a la eutanasia, en el marco de una ley que había sido adoptada en marzo pasado por el Parlamento de ese país.
España es el cuarto país de Europa que despenaliza la eutanasia, después de Holanda, Bélgica y Luxemburgo. En ese sentido, la nueva ley permitirá tanto la eutanasia -cuando el equipo médico provoca el fallecimiento del paciente- como el suicidio médicamente asistido, es decir, cuando el paciente toma la dosis del producto prescrito para darse la muerte.
El texto en el que fue aprobada la medida prevé que toda persona aquejada de una enfermedad “grave e incurable”, o que sufra de dolores crónicos incapacitantes, pueda solicitar asistencia médica para morir y evitarse “un sufrimiento intolerable”.
Sin embargo, las condiciones para que un ciudadano pueda acudir al mecanismo son estrictas, por ejemplo, la persona que lo pida debe ser capaz y estar “consciente” en el momento de hacer la demanda, que debe formularse por escrito y “sin presión externa”. Además, la solicitud del paciente deberá renovarse quince días más tarde.
En ese contexto, el médico podría incluso rechazar la solicitud de eutanasia, si considera que no se cumplen en el paciente los anteriores criterios. Los profesionales de la salud también podrían hacer valer su objeción de conciencia.
A pesar de la decisión legislativa de las autoridades españolas, en la que se registró una votación en el Parlamento con 202 votos a favor, 141 en contra y dos abstenciones, la Iglesia católica y los partidos conservadores de ese país se opusieron a la medida.
Adicionalmente, la solicitud del paciente deberá ser aprobada por otro médico y recibir el visto bueno de una comisión de evaluación.
Entre tanto, el Partido Popular, el principal de oposición al gobierno de izquierdas de Pedro Sánchez, presentó este jueves un recurso contra la ley ante el Tribunal Constitucional. Cabe resaltar que España sería el primer país con una fuerte tradición católica en implementar una legislación que permita la eutanasia y el suicidio asistido.
Posiciones encontradas
En marzo pasado, cuando se llevó a cabo la votación en el Parlamento, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, afirmó que era “un día importante para aquellas personas que se encuentran en una situación de grave padecimiento y también lo es para sus familias”.
“Empujar a la eutanasia” a las personas “más vulnerables (...) es un vergonzoso acto de abandono social que encubre una negación a la mejor asistencia sociosanitaria”, replicó José Ignacio Echániz, diputado del Partido Popular (PP, derecha).
La extrema derecha representada por el movimiento Vox también anunció que recurrirá la ley ante el Tribunal Constitucional.
Por su parte, la legislación fue aplaudida por organizaciones que defienden el derecho a morir dignamente, que mantuvieron una lucha de décadas, durante las cuales sonados casos visibilizaron la problemática. El más emblemático, el de Ramón Sampedro, un gallego tetrapléjico que pasó 29 años reclamando el derecho a un suicidio asistido.
La película sobre su historia, Mar adentro, dirigida por el hispanochileno Alejandro Amenábar y protagonizada por Javier Bardem, ganó un Óscar en 2005.
La ley es una victoria “para la gente que puede beneficiarse de ello” y también “para Ramón”, se congratuló en entrevista con la AFP Ramona Maneiro, la amiga que ayudó a morir a Sampedro. Fue detenida por ello, pero no juzgada por falta de pruebas.
*Con información de AFP