Lo que parecía un ensayo normal del coro de Skagit Valley, que canta en la Iglesia Presbiteriana Mount Vernon, terminó convirtiéndose en una tragedia, luego de que varios de sus integrantes resultaron afectados por el covid-19. La noticia causó sorpresa y alarma entre los habitantes de Mount Vernon porque en esa ciudad no se reportaba ningún caso de coronavirus a comienzos de marzo. Sin embargo, en otros sectores de la costa oeste los Estados Unidos si se reportaban los primeros contagiados.

Los líderes del coro preocupados por la situación, discutieron el asunto y decidieron continuar con sus ensayos. Así, de acuerdo al relato del periódico Los Angeles Times, el pasado 6 de marzo los 121 integrantes del coro recibieron un mensaje de correo electrónico en el que se les comunicó que pese “al estrés y a la fuerza de las preocupaciones sobre el virus”, el ensayo seguiría de acuerdo a lo previsto. No todos asistieron a la siguiente cita. Pero 66 cantantes acudieron y dada las circunstancias evitaron abrazos, usaron abundante desinfectante de manos y mantuvieron cierta distancia entre uno y otros al cantar. Tras dos horas y media de música, el ensayo terminó. Todo parecía normal.

De acuerdo al LA Times, unos días después el escenario se volvió perturbador: 45 de los integrantes del coro fueron diagnosticados con coronavirus o presentaron síntomas, varios debieron ser hospitalizados y dos han fallecido. Unos días después del ensayo, varios de los presentes comenzaron a sufrir problemas físicos: escalofríos y fiebre, dolor corporal y fatiga, algunos incluso diarrea, náusea y algunos pérdida del sentido del gusto y el olfato. Todos síntomas que, en mayor o menor medida, se han registrado en personas infectadas de coronavirus. Varios miembros del coro se sometieron a pruebas y el diagnóstico fue claro: el suyo fue un “superbrote” de covid-19. En su página de Facebook, el Coro de Skagit Valley relató el rudo golpe que les propinó el covid-19, y la tragedia de la muerte de dos de sus integrantes.

El contagio tan rápido y extenso que se dio en ese coro causó gran sorpresa, pues al parecer ninguno de los presentes mostró síntomas el día que se congregaron y por lo general mantuvieron distancia y evitaron el contacto físico. Ruth Backlund, copresidenta del Coro de Skagit Valley, dijo a The New York Times que pidieron a sus integrantes que nadie que tuviera algún síntoma, así fuese leve, asistiera al ensayo. Y que todos los presentes lucían sanos.

“Nadie estaba enfermo. Nadie tocó a nadie ni se dio la mano. Nadie abrazó a nadie, como uno haría en un grupo. No hubo nada de eso”, comentó Blacklund al Times. ¿Cómo se dio entonces ese contagio de coronavirus a tan larga escala? Las circunstancias del caso sugieren a expertos médicos, según el LA Times, que el covid-19 puede esparcirse vía aerosoles, micropartículas que pueden flotar en el aire hasta por cinco minutos o más, una posibilidad que hasta ahora la Organización Mundial de la Salud ha minimizado, al señalar que el contagio de coronavirus requiere contacto con secreciones de un enfermo mucho más grandes, que por lo mismo caen pronto al suelo y no quedan suspendidas por mayor tiempo en el aire. Existen estudios que han hallado, como el publicado hace unas semanas en el New England Journal of Medicine, que el coronavirus sobrevive en aerosoles por un cierto tiempo (tres horas en el laboratorio y quizá media hora en condiciones reales). Según esos análisis, el acto de cantar, que implica un importante esfuerzo de respiración, pudo haber producido una expulsión extraordinaria de microsecreciones en aerosol que, al difuminarse en el lugar del ensayo del coro de Mount Vernon en gran cantidad, habían sido suficientes para difundir el coronavirus e infectar a muchos de los cantantes.