Una tragedia que ocurrió en Estados Unidos ha llamado la atención de la opinión pública, después de que una madre de Nueva York decidiera acabar con su vida y con las de sus dos hijos pequeños.
Chianti Means, de 33 años, atravesó la baranda en Luna Island y saltó con sus hijos en una caída de casi 60 metros en las famosas cataratas del Niágara. Uno de los niños tenía tan solo 5 meses de vida.
La caída fue “intencional” según la Policía Estatal de Nueva York, que aseguró también que se llevó a cabo a eso de las 9:00 p. m. del pasado 30 de octubre. “Las circunstancias siguen bajo investigación”, agregaron las autoridades.
Means y sus hijos, Roman Rossman, de 9 años, y la bebé Mecca Means, eran residentes de la zona fronteriza de las cataratas del Niágara. La mujer trabajaba como consejera en casos de violencia doméstica, según su perfil conocido en LinkedIn y se había graduado en la ciudad de Búfalo.
Luna Island es uno de los varios miradores populares ubicados sobre el lado neoyorquino de las cataratas. Es uno de los miradores más apartados del extenso Parque Estatal, separado del resto del terreno por una calzada sobre el canal de un río.
La mujer de 33 años había escrito algunas publicaciones en la red social Facebook, bajo el nombre de Diamond Scott, varias semanas antes de la tragedia.
“Deseo que alguien me ame, porque el hombre que se supone que debe hacerlo no lo hace”, escribió a finales del mes pasado, días antes de decir que estaba “harta de la irritación, la ira, la tristeza y la rabia”.
“Por favor, que me dejen en paz. Estoy enamorada del padre de mi hija”, escribió unos días después, el primero de octubre.
“Quiero recuperar a mi familia. Con todo respeto, no me importa lo que haya dicho antes sobre él ni lo que piensen los demás”.
En otra publicación dijo: “Hay que aferrarse a los seres queridos. Nunca se sabe cuándo se los puede perder”.
Incluso, uno de sus seguidores preguntó a la mujer que por qué se había separado de su pareja, a lo que ella respondió: “Porque yo era una tonta perra embarazada que juró una y otra vez que no lo quería”, respondió.
Los amigos lamentaron la muerte de la mujer y sus dos hijos, algunos escribieron emotivos mensajes en su perfil de Facebook. “Me quedé sin palabras, llorando y no pude dormir en absoluto”, escribió su amiga Kayshawna Morgane; “Tengo el corazón roto. La salud mental no es ninguna broma”.
“Ni siquiera puedo soportar, escribir una publicación sobre ella y compartir recuerdos”, dijo su amiga Mich Molina.
“Estoy literalmente enferma del estómago y ni siquiera puedo controlar las emociones que estoy sintiendo. Solo quiero que sepas que ella y sus hijos son muy queridos por mí y mis hijos”, agregó, según el NY Post.