El hecho se ha presentado mediante la distorsión de su alcance y objetivos generales para ganar presuntamente algún tipo de influencia y llamar la atención del electorado, según comentan expertos en la materia que refiere a estas dinámicas políticas.

Firmada voluntariamente en el año 2015 por 193 países al alrededor del mundo, la iniciativa de las Naciones Unidas establece 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, conocidos como ODS, por sus siglas en español, entre los cuales está reducir la pobreza y el hambre alrededor del mundo, lograr la igualdad de derechos, eliminando las diferentes brechas y mitigar el cambio climático.

Sin embargo, miles de internautas a través de las redes sociales alrededor del mundo se hacen eco de mensajes que describen la iniciativa como una “operación genocida” que busca destruir la autonomía de los Estados, “fomentar” el aborto, instalar un gobierno único y así mismo obligar a la vacunación.

Además, dirigentes políticos también han atacado la Agenda 2030, como por ejemplo Juan José Gómez Centurión, del partido nacionalista argentino NOS, apoyado por grupos religiosos de creencias evangélicas, la presenta como un “atentado” a la soberanía. “Es la destrucción de Argentina”, aseguró en agosto de 2021.

Casi un año después denunció públicamente que su país está alineado en una “delirante Agenda 2030, donde las vacas y comer carne son un enemigo ideológico”. Mientras, por otro lado, la diputada libertaria argentina Victoria Villarruel dijo en una entrevista en marzo que “la Agenda 2030 implica que no vamos a tener disenso; no vamos a poder pensar como queremos”.

Villaruel, identificando como “dogmas” a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, agregó: “No creo que haya libertad de expresión completa en un país en el cual tenés dogmas. Y la Agenda 2030 representa 17 dogmas (...) que vienen sedimentando la libertad de expresión de los humanos”.

En el caso de España, el rechazo a la Agenda 2030 es una parte importante del discurso del partido de extrema derecha del reconocido Vox, en cuyo portal web se lee que la iniciativa “predica la abolición de la soberanía nacional y la confiscación del patrimonio material y espiritual de los ciudadanos”. En ese mismo sentido, el senador australiano Malcolm Roberts, del partido One Nation, afirmó que la iniciativa “destruye la gobernanza constitucional”.

Pura publicidad

Para Ian Hurd, director del Weinberg College Center for International and Area Studies de la Universidad de Northwestern, en los Estados Unidos, dicha desinformación que se está viviendo en estos momentos en torno a los proyectos de Naciones Unidas no es nueva.

“La idea de que la ONU está por encima de los Estados parece ser popular entre funcionarios de varios países a los que les resulta difícil llamar la atención sobre sus políticas y, en cambio, sobreviven gracias a la publicidad barata”, señaló en sus declaraciones a la AFP.

El equipo de verificación de la AFP comprobó que la desinformación viral en torno a dicha Agenda, tergiversa su contenido, en ese sentido la iniciativa no hace referencia al aborto, no busca “eliminar disensos” ni predica “la abolición de las soberanías”. Por lo que estas afirmaciones, surgen de un equívoco fundamental: que la ONU toma decisiones y las impone a los Estados miembros.

“Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son compromisos de los gobiernos para acabar con el hambre, reducir la contaminación y mejorar la salud, entre otros”, dijo Hurd a la AFP. “La ONU no tiene poder para hacerlos cumplir, ni en la ley ni en la práctica”.

Las élites y el control

El discurso “anti Agenda 2030″ ganó fuerza y apoyo con la llegada de la pandemia de covid-19 que paralizó casi todos los sectores a nivel mundial durante un buen tiempo, al igual que otras teorías conspirativas sobre las vacunas o la tecnología 5G.

Este tipo de dinámicas discursivas “suelen apuntar contra grupos considerados élites que tienen el poder de controlar a las personas y los acontecimientos del mundo”, explicó Karen Douglas, docente de psicología social de la Universidad de Kent, Reino Unido, directamente a la AFP; “La ONU ciertamente encaja en esta categoría”, añadió.

Douglas manifestó que dichas teorías de carácter conspirativo “parecen utilizarse bastante en política” a modo de “herramientas para influenciar a la gente”. Así, permiten a los políticos “crear una imagen de sí mismos” que luego puede ser usada “para aparecer como alguien que está en contra del sistema o como ‘alguien del pueblo’ que puede cambiar el sistema” y de cierta forma promoverse a sí mismo.

El informe de este 2022 sobre los progresos en el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible tampoco es muy alentador; el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó que el tercer año de la pandemia de covid-19, la crisis alimentaria, energética y humanitaria exacerbada por la guerra en Ucrania, y la emergencia climática “han puesto en peligro las expectativas establecidas en la Agenda 2030″.

*Con información de AFP.