La Policía Nacional de España ha llevado a cabo una operación exitosa desarticulando una red criminal que operaba en la ciudad de Badajoz, dedicada a la explotación sexual de mujeres. Esta intervención ha resultado en la liberación de dos víctimas y la detención de tres presuntos responsables, dos de los cuales han sido enviados a prisión provisional.
Los cargos imputados a los detenidos incluyen trata de personas con fines de explotación sexual, prostitución coactiva, pertenencia a grupo criminal y posesión ilegal de armas. La trama delictiva operaba en su mayoría en locales de alterne y pisos de citas en Badajoz, donde las mujeres, en su mayoría de nacionalidad colombiana, eran sometidas a condiciones de explotación y abuso.
El inicio de la investigación se remonta a la denuncia presentada por dos mujeres que afirmaban ser víctimas de esta red criminal. A partir de esta denuncia, los agentes emprendieron una exhaustiva labor de investigación que les llevó a descubrir un complejo entramado delictivo con ramificaciones tanto en España como en Sudamérica.
Se determinó que esta organización reclutaba a mujeres vulnerables en sus países de origen, principalmente en Colombia, para trasladarlas a España bajo falsas promesas y obligarlas a prostituirse para saldar una deuda ficticia.
Las víctimas eran informadas de la deuda que supuestamente habían contraído y se les exigía pagarla íntegramente con los beneficios obtenidos de la explotación sexual, sin recibir ningún pago hasta que la deuda estuviera saldada por completo. Además de la explotación sexual, las mujeres eran sometidas a constantes coacciones, amenazas y vejaciones verbales por parte de los miembros de la organización criminal.
La intervención policial no solo permitió la liberación de dos mujeres explotadas, sino que también condujo al descubrimiento de otras siete posibles víctimas de la red. Esta operación no solo ha tenido un impacto en la liberación de estas mujeres, sino que también ha contribuido a desarticular una organización criminal que se dedicaba a la explotación de seres humanos en situación de vulnerabilidad.
Durante el transcurso de la investigación, los agentes también descubrieron cómo el líder de la organización criminal destinaba parte de los beneficios obtenidos de la explotación de las mujeres a la adquisición de equipos de minería de criptomonedas, con el fin de incrementar aún más sus ganancias ilícitas.
En los registros domiciliarios llevados a cabo en Badajoz, se incautaron dos armas de fuego, munición de calibre 9 mm y 38 special, un monedero virtual con más de 15.000 euros en criptomonedas, cuatro teléfonos móviles y abundante documentación relevante para la investigación. Estos elementos constituyen pruebas fundamentales para el proceso judicial contra los miembros de la red criminal desarticulada.