Según estimaciones del Gobierno ucraniano, alrededor de 11.000 personas han muerto en su país, entre civiles y soldados, durante la invasión en Ucrania de parte de Rusia. Las fosas comunes y las denuncias de masacre de civiles se han vuelto una constante. Sin embargo, los seres humanos no han sido las únicas víctimas del conflicto.

Una organización animalista ucraniana registró que al menos 300 perros murieron de hambre y sed en un refugio en Borodynka. El abandono del sitio se dio por la presencia de soldados rusos en la zona, que impedían el paso de los funcionarios del albergue que cuidaba a 485 caninos antes de que la invasión se hiciera realidad.

“Todos murieron de hambre y sed. Los voluntarios que lograron llegar al cuadrúpedo después de la liberación del pueblo salvaron solo a un tercio de los residentes del refugio, la mayoría de los cuales ahora se encuentran en estado crítico para recibir tratamiento. Varios perros no llegaron a las clínicas y murieron en el camino en manos de voluntarios”, dice UAnimals, organización animalista ucraniana.

Al salir las tropas rusas de la ciudad, los voluntarios del refugio pudieron volver a regresar al lugar, donde fueron testigos de la muerte de los animales al no tener a nadie que los auxiliara y les brindara alimento y bebida durante el tiempo en que estuvieron encerrados, muriendo de hambre y sed en el encierro.

Solo 150 perros sobrevivieron al periplo de hambre y sed, y la mayoría de ellos fueron encontrados en estado crítico. Si bien la organización cuenta que el refugio llegó a ser afectado por los bombardeos, ninguno de los animales murió por cuenta de las armas rusas, sino por una “muerte horrible y dolorosa”, como cuenta UAnimals en su cuenta de Facebook.

“No podemos dejar esto fuera. Todos los culpables de la destrucción de más de trescientas vidas perdidas deben ser castigados. Esta es la razón por la que escribimos una declaración a las fuerzas del orden exigiendo que el crimen sea investigado como un maltrato animal”, dice el comunicado de UAnimals.

En medio de su protesta, echaron las culpas sobre Natalia Mazur, directora del Hospital Veterinario de Kiev y propietaria del refugio, quien según la denuncia en redes sociales fue quien “dejó a los perros a su suerte”, por lo que piden que sea procesada por la justicia, al ser la gran responsable de la muerte de los perros.

Unos 35 caninos tuvieron que ser trasladados a centros médicos para poder salvar sus vidas, los cuales en la mayoría han mejorado su condición, más aún cuando voluntarios les llevaron agua, comida y medicinas que en parte contribuyeron a la mejora de los animales. En sus redes sociales, UAnimals piden más apoyo de parte de los usuarios en internet para poder seguir cuidando de los más de 200 perros que seguirán siendo albergados en el refugio.

La organización animalista ha aumentado los incentivos para aquellos que adopten a alguno de los perros abandonados, y ofrecen hasta 50.000 hryvnias (aproximadamente unos seis millones de pesos) como recompensa para aquellos que acojan en sus casas a los caninos y mejoren su estado de salud después del abandono que vivieron durante meses en el refugio.

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