El primer vuelo comercial entre Israel y Emiratos Árabes Unidos (EAU) partió este lunes de Tel Aviv con asesores del presidente de EE. UU., Donald Trump, y del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para ultimar el acuerdo de normalización que se firmará en Washington en las próximas semanas. Jared Kushner, al asesor y yerno de Trump, lidera la delegación israelo-estadounidense que dará forma al establecimiento de relaciones diplomáticas entre Israel y EAU. La delegación incluye siete equipos de trabajo para definir la apertura de embajadas, la cooperación en turismo y cultura, ciencia e inversión, entre otros. El vuelo LY971, de la aerolínea israelí EL AL, tiene previsto aterrizar en Abu Dabi a primera hora de la tarde. Según medios locales, también atravesará cielo aéreo de Arabia Saudí. 

"Un vuelo histórico" "Es un vuelo histórico y esperamos que sea el inicio de un periplo aún más histórico para Oriente Medio", dijo Kushner antes del despegue, en una pista inundada de banderas israelíes y estadounidenses.     Emiratos e Israel anunciaron el 13 de agosto un acuerdo para normalizar sus relaciones. Con la firma del acuerdo a finales de septiembre o en el mes de octubre en la Casa Blanca, Emiratos es el tercer país árabe con relaciones diplomáticas actualmente con Israel, después de Egipto (1979) y Jordania (1994). Ayer Netanyahu y Kushner defendieron la llamada "Visión de paz por Prosperidad" de Trump como la base del acuerdo entre Israel y EAU y apostaron por reactivar su contenido como la única opción "realista" para alcanzar la paz en Oriente Medio. "Si tuviéramos que esperar a los palestinos, esperaríamos para siempre. Ya no más", dijo Netanyahu. 

Liderazgo palestino rechaza propuesta de paz El liderazgo palestino, que ha rechazado desde el principio la propuesta de paz al proponer la anexión de parte de Cisjordania ocupada y un Estado palestino limitado, también ha condenado el acuerdo con EAU al considerar que rompe el consenso árabe de no establecer relaciones con Israel antes de un acuerdo de paz. El anuncio de la normalización de relaciones quedó condicionado a la suspensión de la anexión israelí de parte de territorio palestino ocupado, aunque Netanyahu aclaró después que se trata de una demora, no de una cancelación.