El auge de las aplicaciones de compras y entregas a domicilio se da en todo el mundo, tanto así, que en cada país hay plataformas especializadas en ofrecer ese servicio, convirtiéndose en una solución de empleo rápida, con un promedio de ingresos aceptable y en una alternativa para quienes no les gusta ir de compras o tienen un antojo.
En medio de esta dinámica, muchos jóvenes recurren a esta actividad, pues solo necesitan una bicicleta, una maleta y un registro para comenzar a rodar y a entregar los pedidos.
Una de esas aplicaciones es Glovo, de origen español y que tiene también tiene repartidores en Costa de Marfil, Marruecos, Portugal e Italia; justamente en este país se dio un caso que conmocionó a los domiciliarios, las autoridades y a la sociedad.
El repartidor Sebastián Galassi, de 26 años de edad, trabajaba para esta compañía en Florencia. Precisamente allí, iba a entregar un pedido, pero fue embestido por una camioneta provocándole graves lesiones que finalmente acabaron con su vida.
Lo que llama la atención es que, debido a la gravedad del incidente, Galassi no pudo completar la entrega que se le había agendado; sin embargo, la compañía Glovo, al percatarse de su presunta falta, decidió despedirlo, sin antes corroborar qué había sucedido con su trabajador ni por qué no se había podido completar el domicilio.
Según indicó el medio Business Insider, Glovo le envió un correo electrónico a Galassi comunicándole su decisión y aclarándole que por su “incumplimiento” y por no “comportarse adecuadamente” había que “tomar medidas”.
La encargada de hacer público el mensaje, fue la madre del joven de 26 años, quien consideró oportuno dar a conocer la forma como la compañía había tratado a su hijo, pese a haber sufrido un accidente y perdido la vida en su labor de domiciliario.
“Lamentamos informarle de que su cuenta ha sido cancelada por incumplimiento de los términos y condiciones. El objetivo de Glovo es ofrecer una experiencia óptima a sus mensajeros, socios y clientes. Con el fin de mantener una plataforma sana y justa, a veces es necesario tomar medidas cuando uno de estos usuarios no se comporta adecuadamente”, fue el correo electrónico con el que Glovo despidió a Galassi.
La acción de la compañía provocó la indignación de las autoridades locales y del sindicato Confederazione Generale Italiana del Lavoro (CGIL) que convocó a todos los repartidores a suspender sus actividades.
Así mismo, el alcalde de Florencia, Dario Nardella, del Partido Democrático, aprovechó lo sucedido y criticó la poca protección que le brindan las empresas a los riders (cómo se le llama a los domiciliarios de Glovo).
“Cero protecciones, ritmos insostenibles, pocos derechos. Durante años en Florencia hemos estado luchando por la dignidad de todos los trabajadores y riders en particular”, decía la publicación de Nardella en su cuenta de Facebook.
Por su parte, la empresa española también reaccionó a lo sucedido y le manifestó a Bussines Insider que estaba dispuesta a costear los gastos del funeral de Galassi, al mismo tiempo que ofreció disculpas a los familiares del repartidor.
“Lamentamos profundamente el fallecimiento del repartidor Sebastian Galassi como consecuencia de un accidente de tráfico en Florencia, Italia. Estamos en contacto permanente con su familia para apoyarles en estos momentos tan difíciles”, fue lo dicho pro Glovo al medio digital.
Así mismo, explicó que “al suspender la cuenta para proteger su identidad, un mensaje automático fue enviado por error a su familia”.
Lo sucedido con Galassi dejó al descubierto las condiciones laborales a las que se exponen, los riders prestan servicios no solo para Glovo, sino para el resto de aplicaciones, empresas que si utilizan sus habilidades, pero que no los consideran como trabajadores sino como usuarios repartidores.