Los Comités Olímpico y Paralímipico rusos destituyeron este viernes al director de su agencia antidopaje, Yuri Ganus, quien desde su nombramiento en 2017 denunció la responsabilidad y complicidad del gobierno en el dopaje de deportistas. "Esta decisión sólo fue tomada sobre la base de revelaciones de violaciones administrativas y económicas" declaró durante una conferencia de prensa el presidente del comité olímpico ruso, Stanislav Pozdniakov. Según las denuncias, Ganus gastó al menos 1 millón de dólares de manera irregular durante el 2018 y 2019 y encubría dichos gastos inflando otras cuentas de la agencia antidopaje, también conocida como Rusada. Para él, la auditoría que llegó a estas conclusiones fue “incompleta, infundada y cuestionable” y solo busca castigar sus posturas contrarias al Kremlin. Además, añadió que su destitución no será buena para el deporte de Rusia.
La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) también se pronunció con relación a la destitución y afirmó que la decisión reforzaba sus preocupaciones acerca de la independencia de la institución. “Es un elemento crucial del código mundial antidoping que las organizaciones nacionales encargadas, como la Rusada, estén libres de interferencias en sus decisiones operativas y actividades”, afirmó la AMA. El exdirector llegó al cargo en 2017 con el fin de limpiar el nombre del deporte ruso después de los escándalos que involucraron al gobierno en 2015. En ese año, la AMA publicó un informe que responsabilizaba al Estado de llevar a cabo una campaña de dopaje sistemático y manipular los controles realizados a sus deportistas en competencias. En represalia, diferentes organizaciones internacionales deportivas sancionaron a los equipos rusos y prohibieron su participación en competencias. Además, la AMA suspendió a la agencia antidopaje del país.
En medio de esta turbulencia, Moscú se comprometió a sancionar a los responsables y contrató a Gaus. Durante su periodo en la dirección, despidió al 90 por ciento del personal, señaló al exministro de deportes, Pavel Kolobkov, como el responsable de la campaña de dopajes y criticó el discurso gubernamental que afirmaba que Rusia era víctima de un complot internacional. Para 2018, algunas de las sanciones fueron levantadas y la suspensión de la Rusada terminó. Sin embargo, el año pasado, la AMA denunció nuevamente que Rusia estaba alterando los resultados de las pruebas antidoping. Como castigo, prohibieron su participación en cualquier evento deportivo internacional durante cuatro años, incluidos los Olímpicos de Tokio que fueron pospuestos para 2021 a causa de la pandemia. La Rusada apeló la decisión.