Los asteroides son cuerpos rocosos que hacen parte del sistema solar, y del universo en general, los cuales carecen de un desarrollo apto para ser catalogados como planetas debido a su pequeño tamaño y a sus formas poco esféricas. Sin embargo, son objetos que no pasan desapercibidos para los astrónomos por su potente capacidad de destrucción para la vida en la tierra.

Estos cuerpos celestes han servido de inspiración para varias profecías apocalípticas, relatos, historias y películas relacionadas con el fin de la humanidad dada la capacidad destructiva que uno de estos asteroides (Chicxulub) tuvo hace más de 60 millones de años el cual acabó con la vida de los dinosaurios y puso a la vida microbiana en peligro.

La NASA monitorea varios asteroides a diario para desestimar impactos con la Tierra. | Foto: Getty Images

Tanta es la preocupación del poder de aniquilación humana que tendría un asteroide al impactar con la tierra, que los científicos monitorean a varios de estos cuerpos para estar preparados e idear planes a tiempo para prevenir un posible choque. No obstante, estas rocas son tan pequeñas y oscuras que los telescopios no logran evidenciar, a veces, cuando un asteroide pasa muy cerca de la tierra.

Un asteroide ‘invisible’

Según la información suministrada por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), el asteroide bautizado como 2023 NT1 pasó muy cerca de la Tierra el pasado 13 de julio a una distancia de 100.231 km (una cuarta parte de la distancia que hay entre la Tierra y la Luna), sin embargo, los científicos se dieron cuenta de este tránsito hasta dos días después, el sábado 15 de julio.

Asimismo, se conoció que este cuerpo rocoso tiene un diámetro de 35.44 metros, viaja a una velocidad de 35.7 kilómetros por segundo y completa una órbita elíptica cada 2.5 años, aproximadamente.

A pesar de que el 2023 NT1 no representa un peligro para la tierra, la NASA explicó que hubo un fallo en los telescopios lo cual no permitió ver al objeto con anterioridad. El encargado de observar a este asteroide 2 días después de su máxima cercanía con la Tierra fue un telescopio localizado en Sudáfrica que lo vio alejarse mientras se dirigía en dirección al sol.

Varias películas se han inspirado en amenazas de asteroides para sus historias. | Foto: Getty Images

La entidad precisó que los telescopios no pudieron detectar a este asteroide por el resplandor del sol antes del 13 de julio.

Unos vecinos astronómicos complejos

Los asteroides que se encuentran en el sistema solar tienen su domicilio en el Cinturón de Asteroides que se ubica entre Marte y Júpiter, y el Cinturón de Kuiper que está más allá de la órbita de Neptuno. A pesar de que buena parte de los cuerpos rocosos de estos dos cinturones son pequeños y orbitan alrededor del sol, la NASA constantemente monitorea estos lugares para evitar que una de esas rocas se convierta en un potencial peligro para la humanidad.

Durante muchos años el asteroide Apophis fue severamente observado por los científicos por su órbita la cual era considerada un peligro para la Tierra, alegando que era un 2.7 % probable de que pudiera impactar con el planeta (un porcentaje bastante elevado para casos de impacto). No obstante, con el paso del tiempo, se desestimó cualquier tipo de encuentro con este asteroide gracias a los cálculos anuales.

Tanta fue la atención que se le prestó a este asteroide que se reveló un mapa extraoficial en donde posiblemente Apophis impactaría la Tierra en 2036 expandiendo el trazado entre Siberia, el Océano Pacífico norte, Panamá, Colombia, Venezuela, el Océano Atlántico central y llegando hasta la costa occidental africana. No obstante, se desestimó esta posible trayectoria de impacto años atrás. Se estima que Apophis pasará cerca de la Tierra y la Luna sin representar peligro alguno en 2029, 2036 y 2068.

En 1994 el cometa Shoemaker-Levy 9 impactó con Júpiter, el planeta más grande del sistema solar. | Foto: MIT y NASA/ESA

De acuerdo con la escala de Turín, una medición utilizada para conocer la potencialidad de destrucción de una roca espacial, un impacto de asteroide que cause daños locales se presenta una vez cada 50 años (como el caído en Rusia en 2013). Por otro lado un impacto de estas rocas que cause un daño regional se presenta una vez cada 10 mil años, y un choque de magnitudes gigantes se presenta una vez cada 100 mil años.