Varios refugiados y migrantes han sido detenidos a su llegada a Estados Unidos este sábado como parte de la aplicación inmediata de una orden firmada la víspera por el presidente Donald Trump, al tiempo que crece el rechazo a la medida.Los abogados de dos de ellos, iraquíes retenidos en un aeropuerto de Nueva York, presentaron mociones ante un juez para que sean liberados y para poder representar a otras personas que consideran que están siendo detenidas de forma ilegal.La orden ejecutiva de Trump ordena la suspensión de todas las acogidas de refugiados durante 120 días para examinar los mecanismos de aceptación y asegurarse de que radicales no pisan territorio estadounidense.Le puede interesar: En una semana, Trump hace retroceder décadas a Estados UnidosAdemás, suspende durante 90 días la concesión de visados a todos los ciudadanos de varios países de mayoría musulmana hasta que se adopten procesos de "escrutinio extremo", algo que es visto por algunas organizaciones como un paso hacia la prohibición de la migración musulmana.Cuando era candidato, el magnate republicano prometió una prohibición temporal de toda la inmigración musulmana a Estados Unidos. Posteriormente cambió su enfoque, diciendo que pondría en marcha procedimientos de "investigación extrema" para detectar a personas que lleguen a la nación procedentes de países con vínculos terroristas.En principio los países afectados por la medida son Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Yemen e Irán. Se desconoce con exactitud cuántos refugiados y migrantes han sido retenidos a su llegada a EE.UU. en la mañana del sábado.En el caso de los dos iraquíes que se encuentran en el aeropuerto JFK de Nueva York, uno trabajó para el Gobierno estadounidense en su país durante diez años, según sus abogados.Puede leer: La imposible tarea de Trump con su muro, vista desde el aire y las cifrasEl otro, mientras, viajaba a EE.UU. para reunirse con su mujer y su hijo, refugiados tras haber colaborado con el Ejército estadounidense.Según el escrito presentado ante una corte federal, los dos tenían todos sus papeles en regla y no hay ninguna razón que justifique su detención.Además, los abogados -que trabajan para organizaciones de derechos- denuncian que no se les ha permitido ver a sus clientes y que, cuando preguntaron a los agentes de fronteras con quién deberían hablar para remediarlo, la respuesta fue: "Con el presidente. Llamen al señor Trump".Por otra parte, las líneas aéreas comenzaron a rechazar el sábado el embarque de ciudadanos de esos siete países hacia Estados Unidos.En la primera reacción enérgica contra la medida de la Casa Blanca, el gobierno iraní la calificó de "insultante" y anunció medidas de reciprocidad y la prohibición de ingreso de ciudadanos estadounidenses.La ONU rechaza la orden de TrumpPor su parte, dos agencias de Naciones Unidas señalaron que el apoyo de Estados Unidos a los programas de reubicación ha ofrecido un doble beneficio, "primero al rescatar a algunas de las personas más vulnerables del mundo y segundo permitiéndoles enriquecer a sus nuevas sociedades".En una declaración conjunta, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) recordaron que el programa estadounidense de reasentamiento "es uno de los más importantes en el mundo", y exhortaron a Trump a continuar con la larga tradición de acogida de su país.Las dos agencias encargadas de los migrantes y los refugiados recuerdan también a Trump un principio básico: "Estamos profundamente convencidos de que los refugiados deben recibir un trato equitativo y oportunidades de reasentamiento, independientemente de su religión, nacionalidad o raza".El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se mostró esperanzado en que estas medidas sean "temporales" ya que "la necesidad de proteger a los refugiados nunca ha sido tan grande como ahora", según expresó su portavoz Stéphane Dujarric. *Con AP, AFP y EFE