El 90 % de la ciudad portuaria de Mariúpol, en el sureste de Ucrania y asediada por las tropas rusas, está destruida y el 40 % de sus infraestructuras son “irrecuperables”, dijo el lunes su alcalde, Vadim Boichenko.
“La triste noticia es que el 90 % de las infraestructuras de la ciudad están destruidas y el 40 % no se pueden reparar”, declaró el alcalde en una rueda de prensa, y añadió que “unas 130.000 personas” seguían atrapadas en la localidad.
Esta ciudad, ubicada en el este de Ucrania y cercana al mar de Azov, es una de las ciudades que ha sido más fuertemente atacada por las fuerzas rusas, en un intento hasta ahora infructuoso por capturarla.
Los ataques en Mariúpol se han concentrado, no solamente en centros e instalaciones militares, sino también en edificios de resguardo de civiles como hospitales y teatros. Casi 5.000 personas han muerto en la ciudad y algunas han tenido que ser enterradas en fosas comunes.
La “liberación” del Donbás
Los ataques rusos en el este de Ucrania parecen moverse hacia una escalada general luego de que Rusia anunciara el retiro de tropas de la región de Kiev para reposicionarlas en una operación de “liberación” del Donbás.
La reorientación de los esfuerzos militares de Rusia en el Donbás podría augurar un “conflicto más largo y prolongado”, ya que las fuerzas ucranianas oponen una feroz resistencia en esa región del este del país, dijo el jueves un alto funcionario de defensa estadounidense.
“Llevan ya ocho años luchando por ella”, dijo el funcionario sobre la muy disputada región del Donbás. “Los ucranianos conocen muy pero muy bien el territorio”, añadió. “Aún tienen muchas fuerzas ahí y pelean muy duro por esa área”, afirmó.
“Solo porque (los rusos) la prioricen y desplieguen más tropas o energía ahí, no significa que les será fácil”, dijo el funcionario. “Podría ser el presagio de un conflicto más prolongado, más extenso, en tanto los rusos tratan de ganar algo de influencia, obtener algunos progresos y, quizás, hasta tener algunas fichas para la mesa de negociación”, conjeturó.
Serguei Rudskoi, alto jefe militar ruso, dijo la semana pasada que la primera fase de la campaña en Ucrania estaba terminada y que las tropas se concentrarían en “la meta principal: la liberación del Donbás”, donde se autoproclamaron las repúblicas de Donetsk y Lugansk.
“Obviamente están tomando decisiones para alterar sus metas y objetivos”, dijo. El funcionario también afirmó que los combates continúan en la sureña ciudad ucraniana de Mariúpol y en Járkov, al este, pero los rusos no obtienen “grandes resultados”.
“Creemos que una de las razones por las que tanto quieren a Mariúpol es que desde allí pueden trasladarse al norte”, estimó. “Los ucranianos están peleando muy, muy duramente dentro de la ciudad”, afirmó.
Por su parte, el vocero del Pentágono, John Kirby, informó que el secretario de Defensa, Lloyd Austin, decidió mantener alrededor de 7.000 tropas de la 82º división aerotransportada en Europa, junto al grupo de respuesta del portaviones Harry Truman.
“No van a ninguna parte en el futuro inmediato”, dijo Kirby. “Queremos monitorear la situación en el terreno y tomar las mejores decisiones en tiempo real”.
Estados Unidos había enviado unos 20.000 soldados adicionales a Europa al aproximarse la invasión rusa con el fin de tranquilizar a los países aliados vecinos de Ucrania, que temían que el conflicto alcanzara su territorio.
El portavoz del Pentágono añadió que a más largo plazo Estados Unidos consultaría a los aliados “para decidir cuál sería la postura militar adecuada en Europa, sea cual sea el resultado de esta guerra y la fecha en la que finalice, la seguridad en Europa habrá cambiado y habrá que responder”.
*Con información de la AFP.
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