El 11 de marzo de 2011 Japón sufrió la peor tragedia de su historia reciente: un terremoto, un tsunami y un accidente nuclear golpearon a Fukushima en un solo día. El gigantesco tsunami fue el principal causante de la catástrofe, que dejó 18.500 pérdidas, entre muertos y desaparecidos. Olas tan altas como edificios azotaron la costa del noreste de Japón, tras un terremoto de magnitud 9,0. Le siguió un accidente nuclear en la central de Fukushima Daiichi, que acabó inundada, y en donde los núcleos de tres de los seis reactores sufrieron fusión, dejando ciudades enteras inhabitables durante años debido a la radiación. Miles de personas fueron obligadas a abandonar su hogar a causa del peor accidente nuclear desde el de Chernóbil, en 1986. Una década después, Japón recordó aquel oscuro día, guardando un minuto de silencio en todo el país. A pesar de la capacidad nipona para reponerse ante las adversidades, las secuelas todavía se sienten. Actualmente, el 2 por ciento de la superficie de Fukushima es declarada zona prohibida. Además, el desmantelamiento de la central nuclear avanza muy lentamente desde el accidente, y tardará aún de tres a cuatro décadas. La mayoría de las centrales de Japón están paralizadas, lo que muchos observadores han catalogado como el comienzo del fin de la era de la energía nuclear.

LA FRASE

“Mentí sobre una cosa. No estaba ahí el día de las caricaturas”

confesó la estudiante de 13 años que acusó de islamofobia al profesor francés Samuel Paty, decapitado por un refugiado checheno por esta denuncia, divulgada en redes sociales por el padre de la menor.

LA CIFRA

320.000 venezolanos

serán protegidos de la deportación en Estados Unidos gracias al Estatus de Protección Temporal aprobado por el presidente Joe Biden. El anuncio también les permitirá trabajar legalmente y viajar al exterior con una autorización.

LA FOTO

Súplica en vano

La tensión social en las calles de Birmania está en su momento más álgido. En medio del fuego por parte de las fuerzas birmanas contra los protestantes, la hermana Ann Rose Nu Twang se arrodilló pidiendo que no dispararan más. Tiempo después, tres manifestantes prodemocracia fueron abatidos.

SUIZA

Tapabocas sí, burkas no

Como una medida contra el radicalismo islámico, pero calificada de sexista y xenófoba, Suiza aprobó la prohibición de ocultar el rostro en público. La iniciativa obtuvo 51,21 por ciento de los votos en un referéndum. El texto fue inicialmente propuesto por el partido populista de derecha UDC, y fue apoyado en particular por feministas y una parte de los electores de la izquierda laica. Marco Chiesa, presidente de la UDC Suiza, declaró en la cadena Blick TV que se alegraba de la decisión. “No queremos que haya un islam radical en nuestro país”, dijo. Suiza sigue así los pasos de Francia, Austria, Bulgaria, Bélgica y Dinamarca al prohibir el velo integral luego de años de intensos debates. El texto no menciona el burka ni el nicab, que cubren a las mujeres de pies a cabeza, aunque todo el mundo tiene claro a quiénes se dirige la nueva ley.

SIRIA

Pareja en cuarentena

El presidente sirio, Bashar al-Ásad, y su esposa, Asma al-Ásad, dieron positivo para covid-19. En un comunicado, la Presidencia anunció que “continuará con su trabajo durante su periodo de aislamiento en su domicilio, que durará de dos a tres semanas”, después de someterse a un test de diagnóstico tras “haber notado síntomas leves similares a los de la covid-19”. Su situación estable contrasta con el panorama complicado que atraviesa el resto del país, devastado luego de diez años de guerra. El Ministerio de Salud sirio informó sobre un “aumento en los contagios por coronavirus” e instó a “respetar cuidadosamente las medidas de precaución”. Siria comenzó a vacunar en febrero, y hasta ahora recibió 5.000 dosis del fármaco chino para inmunizar a 2.500 trabajadores sanitarios, según el diario Al Watan.

MEDIO AMBIENTE

Dinero que sale caro

La denuncia es alarmante: el aumento en el precio del bitcóin desde principios de 2021 podría resultar en que la criptomoneda tenga una huella de carbono gigante, aproximadamente del tamaño de Londres. Alex de Vries, economista holandés, creó el Índice de Consumo de Energía de Bitcóin, con el que calculó en 2017 que la red de bitcóin usaba la misma energía que toda la República de Irlanda. Pero ahora, De Vries estima que utiliza más del doble. El problema está en que los nuevos bitcoins se crean mediante la ‘extracción’ de monedas, que se lleva a cabo por medio del uso de computadoras para realizar cálculos complejos. Cuantos más bitcoins hay, más tiempo se tarda en extraer una nueva moneda y más electricidad se usa en el proceso. Aproximadamente, el 60 por ciento de los costos de la minería de bitcoins es el precio de la electricidad utilizada.