Desde el gobierno de Perú enviaron disculpas públicas por unas declaraciones de la presidenta, Dina Boluarte, en las que justificaba ante la prensa internacional la falta de acuerdo con las protestas que está teniendo lugar en las principales provincias del sur, entre ellas Puno, donde se han registrado mayor número de fallecidos.
“¿Qué hacemos frente a las amenazas? ¿Dejamos que nos quemen vivos como quemaron a un policía en Puno?”, se preguntó Boluarte, quien negó que el Gobierno sea responsable de la violencia y expresó la frase de la discordia “Puno no es Perú”.
“La Presidencia de Perú reitera que debe velar por la seguridad y el bienestar de los 33 millones de peruanos y peruanas, en ese contexto, la frase ‘Puno no es Perú’ no fue una expresión discriminatoria ni soberbia”, se lee en la disculpa
“De haberse malinterpretado, nos disculpamos con las hermanas y hermanos de nuestra querida región altiplánica. Reiteramos nuestro llamamiento a la paz, el diálogo y la reconciliación”, expresó la Presidencia de la República.
Han pasado casi siete semanas desde que Boluarte asumió la Presidencia de Perú tras la destitución y arresto de Pedro Castillo y desde entonces más de medio centenar de personas han muerto como consecuencia de la represión de las fuerzas del orden de unas protestas en las que se exige salida y elecciones anticipadas.
A pesar de que los medios de comunicación han mostrado imágenes de la Policía y Ejército reprimiendo indiscriminadamente las protestas, Boluarte ha insistido en el buen trabajo de las fuerzas de seguridad e incluso ha acusado, sin mostrar pruebas, a los manifestantes de estar financiados por grupos criminales.
Desde el inicio de esta semana, más organizaciones y colectivos de la sociedad civil peruana de las provincias del sur han estado viajando hasta Lima, la capital, para participar en las manifestaciones. El Gobierno ha respondido ampliando los contingentes militares en estas provincias.
En Puno, por ejemplo, donde hay duras protestas y huelgas contra Boluarte, el gobierno respondió decretando un toque de queda obligatorio entre las 8 de la noche y las 4 de la mañana.
Actualmente, el estado de emergencia se encuentra declarado en los departamentos de Cuzco, Lima, Callao, Amazonas, La Libertad y Tacna, así como en Puno, donde se han suspendido los derechos de reunión, de inviolabilidad de domicilio, la libertad de tránsito, y la libertad y seguridad personales.
Ante la crisis política que se vive en el país, Boluarte también tuvo que hacer un llamado a una tregua en las protestas que claman su renuncia y que se han cobrado 46 muertos.
“Llamo a mi querida patria a una tregua nacional para poder entablar mesas de diálogo, para poder fijar la agenda por cada región y desarrollar nuestros pueblos”, dijo al calificar de “violentos radicales y con agenda propia” a quienes relanzaron las protestas.
“No me voy a cansar de llamarlos al diálogo, la paz y la unidad”, dijo Boluarte en una conferencia con la prensa extranjera. Su llamado se produjo horas antes que en el centro de Lima se viviera una batalla campal.
Sin embargo, ante el llamado a la tregua, Boluarte desplegó al ejército peruano en Puno para controlar las protestas.
Con información de Europa Press