Las autoridades de Rusia anunciaron este martes la expulsión de diez diplomáticos de Letonia, Estonia y Lituania en respuesta a medidas similares tomadas por los tres países bálticos.
El Ministerio de Exteriores ruso indicó que procederán a la expulsión de cuatro empleados de la Embajada lituana en el país, tres diplomáticos letones y otros tres estonios.
“En base al principio de reciprocidad se ha suspendido la acreditación de los diez trabajadores”, indicó el Ministerio en un comunicado. Todos ellos fueron considerados ‘personas non grata’ y tendrán un plazo de 72 horas para abandonar Rusia, el mismo dado por las autoridades de los tres países el pasado 18 de marzo cuando decidieron expulsar a una decena de diplomáticos rusos.
Así, las autoridades rusas indicaron que los jefes de las respectivas misiones diplomáticas recibieron una protesta en relación con las acciones “provocadoras” e “injustificadas” tomadas hace ya diez días.
Poco antes, el Ministerio había convocado a los embajadores de Letonia, Estonia y Lituania en el país para comunicarles la expulsión de los diplomáticos de los tres países. Fuentes cercanas al asunto explicaron en declaraciones a la agencia de noticias Interfax que los embajadores de los países bálticos habían sido convocados a las 12.00 horas (hora local) por el Ministerio de Exteriores en relación con la expulsión.
Para Moscú, la decisión de expulsar a sus diplomáticos “carecía de argumento” y merecía una “respuesta a la altura de las circunstancias”.
El Kremlin insiste en cobrar el gas ruso en rublos
El Kremlin insistió el martes en que el gas ruso suministrado a Europa debe pagarse en rublos, rechazando las críticas del G7, en el contexto de las sanciones y contrasanciones entre Rusia y los países occidentales por la ofensiva rusa en Ucrania.
“Nadie va a entregar gas gratis. No es posible. Y solo se puede pagar en rublos”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
“La situación ha cambiado en el contexto de una guerra económica contra Rusia”, subrayó, y “las empresas [que piden gas ruso] deben entenderlo”.
En represalia por las sanciones europeas adoptadas por la ofensiva rusa en Ucrania, el presidente Vladimir Putin anunció la semana pasada que Rusia solo aceptaría rublos como pago de los suministros de gas a la Unión Europea (UE) y dio una semana a las autoridades para poner en marcha el nuevo sistema.
Pero el lunes, los países del G7 afirmaron que exigir el pago en rublos por el gas ruso es “inaceptable”, anunció el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, y pidió a las empresas afectadas que “no respondan a la demanda de Putin”, calificando a Rusia de “proveedor poco fiable”.
“Rusia siempre ha sido, sigue y seguirá siendo un proveedor fiable de hidrocarburos”, replicó el martes Peskov.
El gas ruso es crucial para la UE pero desde el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania intenta encontrar la forma de romper su dependencia.
Por otra parte, el Kremlin desestimó las afirmaciones respecto a que el oligarca ruso Roman Abramovich, quien está desempeñando un papel de mediador en las conversaciones entre Rusia y Ucrania que se iniciaron el martes en Estambul, fue envenenado.
“Abramovich está desempeñando un papel en el establecimiento de contactos entre las partes rusa y ucraniana”, dijo a la prensa el portavoz presidencial ruso Dmitri Peskov. “Está presente en Estambul”, aunque no es miembro oficial de la delegación rusa, añadió.
Peskov también rechazó las afirmaciones del Wall Street Journal y de fuentes estadounidenses según las cuales Abramovich y dos negociadores ucranianos sufrieron síntomas que sugerían un posible envenenamiento tras una ronda de conversaciones anterior.
“Esto forma parte de la guerra de información” contra Rusia, dijo, asegurando que “por supuesto esta información no se corresponde con la realidad”.
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Con información de Europa Press y AFP