Un eurodiputado nacionalista búlgaro fue acusado el miércoles de realizar un saludo nazi en el hemiciclo del Parlamento Europeo en Estrasburgo, tras intervenir en un debate sobre el Estado de Derecho en Polonia y Hungría, y podría enfrentarse a sanciones de la institución.
Mientras subía los escalones que conducen a la salida del hemiciclo, Angel Dzhambazki, del grupo euroescéptico ECR, se dio la vuelta y mantuvo su brazo derecho erguido unos segundos antes de alejarse, según un video del debate disponible en la web del Parlamento Europeo.
“Nunca permitiremos que nos digan lo que tenemos que decir y lo que tenemos que hacer. Viva Bulgaria, Hungría, Orban, Fidesz y la Europa de los estados nación”, había dicho antes el eurodiputado, miembro del partido nacionalista búlgaro VMRO.
Dzhambazki también calificó en Twitter de “abominación” la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea del miércoles de validar un mecanismo que permite retener los fondos europeos a un país en el que se produzcan violaciones del estado de derecho, y que fue impugnado por Budapest y Varsovia.
Dzhambazki defendió el gesto en su cuenta de Twitter. Allí, el ultranacionalista afirmó que “si confundes un simple saludo con una alegoría nazi tienes un serio problema”. El candidato hizo referencia además a la Ley de Godwin, un estudio sociológico que afirma que en una conversación prolongada es muy probable que se hagan comparaciones o referencias a Hitler y los nazis en algún momento.
Así mismo, el eurodiputado dijo que “el hecho de que no estés de acuerdo con alguien no te hace un nazi. Me disculpo si mi inocente gesto (pensado como una excusa) ha insultado a alguien, pero este es un caso de reducción al absurdo”.
Reacciones en Europa
Las reacciones de políticos y diputados europeos por el presunto saludo no se han hecho esperar.
Clement Baune, asesor principal del presidente de Francia, Emmanuel Macron, para asuntos comunitarios, señaló el hecho como escandaloso e indignante.
El alemán Manfred Weber condenó el acto del eurodiputado, afirmando que este es completamente contrario a los valores defendidos por el Parlamento Europeo, al tiempo que pidió sanciones inmediatas.
Roberta Metsola, presidenta del Parlamento, se pronunció en su cuenta de Twitter afirmando que “un saludo fascista es inaceptable siempre y en cualquier lugar”. Así mismo, afirmó que el Parlamento Europeo “defiende lo contrario”, ya que este continente es “la casa de la democracia”. “Ese gesto es parte del período más oscuro de nuestra historia y debe permanecer allí”, sentenció la presidenta, representante del Partido Popular Europeo.
El ascenso de la extrema derecha
El ascenso de partidos de extrema derecha ha aumentado drásticamente en los últimos años en el continente europeo. Los conservadores y derechistas radicales tienen una gran fuerza en países como Francia y Austria, mientras que ya son hegemónicos en Polonia y Suiza.
Los partidos de extrema derecha en Europa se caracterizan por un marcado discurso nacionalista y antieuropeo. Así mismo, estos partidos se han mostrado críticos a las políticas migratorias de la Unión Europea, con discursos que acuden a la xenofobia y el odio al migrante.
En Hungría, antiguos conservadores se han radicalizado de manera paulatina. Este es el ejemplo del actual primer ministro, Viktor Orban, quien fue expulsado del Partido Popular Europeo por su postura antieuropeísta.
España también se ha convertido en uno de los países en donde la extrema derecha se ha posicionado fuertemente en el escenario político. El partido, presidido por Santiago Abascal, ha ganado fortaleza electoral desde 2018 y de cara a unas nuevas elecciones parece ir en ascenso.
Este partido se ha caracterizado por su fuerte postura nacionalista y antiinmigrante, e incluso por realizar alusiones al gobierno dictatorial de Francisco Franco. Así mismo, la agrupación política destaca por una defensa a la monarquía española y a los valores religiosos de la Iglesia católica.
*Con información de la AFP.