Con 65 votos en contra, 62 votos a favor y una abstención, la Cámara Baja “rechazó el proyecto que despenaliza el aborto consentido por la mujer dentro de las primeras catorce semanas de gestación”, informó la institución en un comunicado. Un duro golpe para los movimientos feministas del país.

Si bien la misma cámara había aprobado “en general” el proyecto el 28 de septiembre, la decisión de rechazarlo tras analizar las normativas particulares del texto archiva la norma y no permite una nueva tramitación en un año.

“Presentaremos una y otra vez (un nuevo proyecto), perderemos todas las veces que sea necesario para ganar un aborto libre, legal y gratuito para todas las mujeres”, dijo la diputada izquierdista, Maite Orsini, una de las legisladoras que presentó el proyecto en 2018.

“No sé cuándo lo presentaremos, pero les prometo que lo haremos todas las veces que sea necesario”, subrayó.

Tras su aprobación en “general”, lo que permite la apertura del debate, el texto volvió a la Comisión de Mujeres, donde se adecuó la norma a la ley de identidad de género con el fin de incluir a personas transexuales que mantienen su genitalidad femenina, pero han hecho su cambio de sexo registral.

De vuelta en la Sala, la propuesta se debatió durante dos jornadas y se votó este martes 30 de noviembre, sin alcanzar la mayoría para aprobar el proyecto en particular.

No a la criminalización

La aprobación de este proyecto era un gran anhelo de los movimientos feministas chilenos y fue el centro de las decenas de protestas que han realizado para la despenalización del aborto.

Hasta 2017, Chile era una de las pocas naciones del mundo que no permitía la interrupción del embarazo bajo ninguna circunstancia. Desde ese año, se permite solo por tres causales: riesgo de vida para la madre, violación e inviabilidad fetal.

Pero estas causales incluyen apenas el 3 % de los miles de abortos clandestinos que se realizan en el país, aseguran los movimientos sociales que han calificado como insuficiente la legislación actual.

“El camino no es la criminalización, sino que el reconocimiento del derecho a decidir sobre abortar o no”, indicó la Corporación feminista Miles en su cuenta de Twitter.

En el Congreso, la norma siempre tuvo un fuerte rechazo de la bancada conservadora de derecha, apoyada por grupos religiosos. Unas 15 personas se manifestaban este martes rezando en las puertas del Congreso para que la despenalización del aborto no se aprobara.

“Es una gran noticia para la vida. Acá se hablaba de que el derecho del cuerpo de la mujer estaba por sobre el de la vida de esa guagua (bebé) de 14 semanas en el vientre materno”, dijo la diputada conservadora, Catalina del Real.

El texto modificaba el Código Penal para liberar de sanción penal a las mujeres que se realizaran un aborto hasta las 14 semanas de gestación. La pena para quien causara o consintiera en un aborto fuera de las tres causales permitidas sería aplicada solo si el aborto se realizara después de ese período.

La actual legislación establece una pena de entre tres años y un día a 5 años de cárcel.

También se modificaba la norma relacionada a quien cooperara con el aborto, cuya sanción también se iba a aplicar después de las 14 semanas de gestación.

*Con información de la AFP.