La Duma de Estado, la Cámara Baja del Parlamento ruso, solicitó al presidente Vladimir Putin que reconozca las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, que se encuentran en el este de Ucrania y son el centro de un conflicto entre las fuerzas separatistas prorrusas y el ejército ucraniano.
Según los autores de la iniciativa, el reconocimiento de las repúblicas contribuirá a “garantizar la seguridad y la protección de sus pueblos frente a las amenazas externas y la política del genocidio” por parte de Kiev, al tiempo que “da inicio al proceso de reconocimiento internacional de ambos Estados”.
La moción, inicialmente propuesta por los opositores del Partido Comunista, trajo el apoyo de actores políticos de cinco partidos diferentes. El presidente de la Cámara, Vyacheslav Volodin, recalcó que los enfrentamientos continúan y “la gente está muriendo”, por lo que es necesario “buscar una solución cuanto antes”.
No obstante, la resolución no es vinculante, ya que supone un duro golpe para los Acuerdos de Minsk alcanzados en 2015 y con los que las partes buscan poner fin al conflicto. Las dos repúblicas declararon su independencia de Ucrania en 2014, pero ningún país ha reconocido dicho estatus.
Bajo estos acuerdos, las repúblicas del este de Ucrania volverían a estar bajo control ucraniano, pero contarían con una extensa autonomía como parte de un acuerdo político. Sin embargo, ni Moscú ni Kiev han implementado sus obligaciones al respecto y las negociaciones se encuentran estancadas.
Aunque la mayor parte de la población de la zona vive en áreas controladas por las autoridades de las autoproclamadas repúblicas, cerca de dos tercios de este territorio sigue bajo el control del Gobierno ucraniano.
OTAN muestra un “prudente optimismo” sobre Ucrania
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo este martes que Rusia está dando a entender que desea dialogar, lo cual genera un “prudente optimismo”, pero subrayó que aún no hay señales concretas de desescalada en la frontera con Ucrania.
“Creemos que hay espacio para un prudente optimismo, hay signos de parte de Moscú sobre su interés en mantener los esfuerzos diplomáticos”, dijo Stoltenberg, estimando que el traslado de tropas rusas de la frontera no representa una desescalada real.
En la jornada, Rusia anunció la retirada parcial de las tropas estacionadas en las proximidades de la frontera con Ucrania.
No obstante, en una conferencia en Bruselas, Stoltenberg aseguró que las tropas rusas han dejado en su lugar equipos pesados e infraestructura militar y que ello permitiría un rápido retorno de las tropas a las proximidades de la frontera.
Por eso, el jefe de la OTAN añadió que “por ahora no hemos visto una desescalada, ni hemos visto señales de una reducción en la presencia militar de Rusia en las fronteras de Ucrania”.
“Seguiremos monitoreando y siguiendo de cerca todo aquello que Rusia está haciendo”, apuntó.
La decisión de Rusia de concentrar unos 100.000 soldados y equipo bélico en las fronteras de ese país con Ucrania, a finales de 2021, hizo encenderse todas las luces de alarma sobre una eventual invasión al territorio ucraniano.
En ese cuadro de elevada tensión, Rusia presentó exigencias y garantías de que la OTAN no aceptará el pedido de membresía de Ucrania a esa alianza militar, y la retirada de tropas de la OTAN del Este de Europa.
Los miembros de la OTAN descartaron la posibilidad de cerrar la puerta de la organización a Ucrania, pero se manifestaron dispuestos a dialogar con Rusia sobre sus preocupaciones en materia de seguridad.
Países occidentales han propuesto a Rusia varios diálogos temáticos que incluyen medidas coordinadas de control de armas y mecanismos de transparencia en ejercicios militares.
Este cuadro de tensiones, sin embargo, restituyó el vigor y la unidad interna a la OTAN, una alianza que buscaba desesperadamente recuperarse de la catastrófica retirada de Afganistán.
Con información de Europa Press y AFP