Eunice Milena fue golpeada y quemada con ácido por parte de su expareja en el país de Bolivia. La víctima se había separado de su agresor hacía 8 meses; sin embargo, este volvió a acercarse a ella en el pasado San Valentín, cuando llegó a su hogar con rosas.

Según los medios locales, el pasado 19 de febrero el hombre decidió acabar con la vida de su expareja y para ello se disfrazó de mujer. Este, con peluca negra y bufanda rosada, entró al negocio en el que Eunice trabajaba, le dio dos golpes y le lanzó el ácido.

“Me dio dos golpes, uno en el ojo y otro en la boca (…) me he caído y de ahí me echó el ácido”, relató la mujer al medio de comunicación Unitel.

La mujer aseguró, en entrevista al medio ya citado, que la gran parte del ácido le cayó en la cabeza y la nuca, pero que también presentó quemaduras en su rostro y otras partes del cuerpo.

Luego del ataque, la mujer empezó a gritar y una transeúnte, al escucharla, se acercó a auxiliarla y alcanzó a tomar un video del agresor saliendo del negocio donde ocurrieron los hechos. Dichas imágenes fueron publicadas en las redes sociales y con ellas las autoridades están buscando al hombre para proceder con su captura.

Además, Eunice denunció que al acercarse por atención médica el hospital, no la atendieron porque no contaba con una PCR de coronavirus negativa.

Cabe mencionar que el hombre está prófugo de la justicia, fue identificado como Roberto Vilar Blanco y tiene 57 años.

Asimismo, según cifras recolectadas por la ONU, durante la pandemia por la covid-19, que ha obligado a periodos prolongados de confinamiento y de restricción de actividades presenciales para evitar la propagación del virus, las niñas, adolescentes y las mujeres han sido encerradas en sus hogares junto con sus agresores, lo que ha repercutido en el recrudecimiento de la violencia.

Así lo evidencian los casi 100 feminicidios y los más de 40 mil casos registrados, en 2021, de delitos relacionados con la Ley 348, la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia.

De igual forma, el Sistema de las Naciones Unidas en Bolivia exhorta a poner especial atención a la violencia sexual hacia las niñas y adolescentes, que se encuentran en total indefensión y que enfrentan embarazos forzados a temprana edad.

De enero a noviembre del 2021 se registraron 1.723 casos de violación a infantes, niñas, niños y adolescentes. Por tanto, la ONU señala que “es deber del Estado, la sociedad y la familia garantizar como prioridad el interés superior de la niña, que comprende la preeminencia de sus derechos, la primacía en recibir protección y socorro en cualquier circunstancia, la prioridad en la atención de los servicios públicos y privados, y el acceso a una administración de justicia pronta, oportuna y con asistencia de personal especializado y con sensibilidad, como lo establece la Constitución Política del Estado, el Código Niña, Niño y Adolescente y la Convención sobre los Derechos del Niño”.