Donald Trump perdió el viernes una de las grandes batallas de su gobierno.  El hombre más poderoso del mundo salió derrotado del primer gran pulso de poder en el Congreso de los Estados Unidos.El partido republicano de Estados Unidos retiró de la Cámara de Representantes el proyecto de ley del presidente para derogar el "Obamacare", la reforma bandera de salud de Barack Obama.Trump había puesto su prestigio y su poder en esa apuesta y la salida en falso ha abierto un debate en Estados Unidos sobre lo que pueda venir con todas sus apuestas legislativas. El periodista Juan Carlos Iragorri habló con dos corresponsales en Washington: José López Zamorano, director de la agencia Notimex y Pablo Pardo, corresponsal de El Mundo en el país.¿Qué representa lo que sucedió con Donald Trump?José López Zamorano: Representa un colapso monumental de unas de sus principales apuestas de campaña por desmantelar el principal legado político del presidente Barack Obama. Esta derrota legislativa trasciende el simple ámbito de la reforma de salud y deja en entredicho el éxito de su agenda legislativa. Lo que vimos aquí fue el ejercicio de una impericia política y falta de criterio en la selección y la secuencia de las principales agendas legislativas en el Congreso. También un estilo de acercamiento con los legisladores que no tiene que ver con la factura de la política sino más que nada con las amenazas y los ultimátums.Le puede interesar: Plan de Trump dejaría sin salud a 14 millones de personasNo es lo mismo negociar en una junta de gobierno empresarial con una persona cara a cara que negociar contra 535 agentes libres, cada uno de los cuales batea para su propio lado. Los consensos políticos son difíciles de lograr y ojalá este sea una aprendizaje político para el presidente en efecto de que no se puede gobernar Estados Unidos simplemente amenazando e imponiendo un punto de vista. Las promesas las hizo el presidente Trump, las promesas no las hizo completamente la bancada republicana y eso explica por qué perdió el apoyo no solamente de la parte más conservadoras sino también de los moderados.Al final de cuentas el presidente Trump traicionó sus propias promesas de campaña porque la versión final de esa contrareforma sanitaria desdecía de aquellas promesas de mantener la cobertura universal de no elevar los precios de los seguros médicos y era capaz de aceptar cualquier cosa con tal de ganar. Si esa filosofía se lleva a lo que le falta de la agenda legislativa: a la reforma fiscal, a la infraestructura, a la construcción del muro a la regenociación de acuerdos de libre comercio creo que es una antesala de posibles derrotas adicionales en los próximos meses.Le puede interesar: Trump, los republicanos, y la obsesión con abolir el sistema "Obamacare"¿Qué representa este naufragio para Trump de aquí en adelante cuando lleva pocos días en la presidencia?Pablo Pardo: Es un golpe político de primera magnitud para Trump y para el partido republicano. Es una derrota autoinfligida es lo verdaderamente destacable. Los republicanos llevan siete años diciendo que van a reemplazar el Obamacare y en estos años no se les ocurrió nunca sentarse y acordar una manera de sustituirlo. Es una muestra de incompetencia política abrumadora.Además llega de parte de un señor como Donald Trump diciendo que ha hecho su campaña política que él es muy bueno negociando que él convence a todo el mundo de todo y se estrella.Y lo más increíble es que se estrella él solo, sus propios partidarios no son capaces de ponerse de acuerdo. Yo creo que va a tener una consecuencia política y este desastre tiene dos protagonistas: Donald Trump y el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan. Ambos se detestan pero tienen que convivir políticamente. Hoy, en las declaraciones después del fracaso, los dos estuvieron indirectamente lanzándose puñaladas el uno al otro.Puede leer: Las obsesiones de Donald Trump que pueden cambiar el mundoAquí queda claro que el Partido Republicano son cuatro partidos diferentes: los conservadores, los de Trump, los de Paul Ryan y los centristas, quienes estaban dispuestos a torpedear la contrarreforma pero en este caso porque la consideraban muy conservadora. Esto es un mal síntoma para el gobierno de Trump, no implica que esté acabado ni muchísimo menos pues todos hemos visto cómo Trump convierte las derrotas en victorias y además ahora vienen cosas que son teóricamente más fáciles en las que hay más consensos entre los republicanos como las reducciones de impuestos para los contribuyentes más ricos y a las empresas, pero aun así esto es un golpe psicológico demoledor para Donald Trump¿Usted cómo ve el futuro del presidente de Estados Unidos de aquí a un año?José López Zamorano: Le va a tocar caminar por un terreno minado porque varios de los temas que busca impulsar en la agenda pendiente son absolutamente rechazados por los republicanos como el de la renegociación de los acuerdos de libre comercio y la posición aislacionista y por otra parte el programa de infraestructura. Son dos temas que generan mucho rechazo por parte de los republicanos, que siempre han sido partidarios de la liberalización comercial y la apertura de mercados como un camino para las sociedades democráticas.Puede ver: Las astronómicas cifras del aumento que propone Trump para el presupuesto militar de EE.UU.En el lado de la infraestructura, los republicanos están absolutamente en desacuerdo en utilizar el presupuesto nacional para básicamente financiar la creación de empleos y eso va a crear un escenario muy curioso: Donald Trump tendrá que aliarse con los mismos demócratas a quienes rechazó a la hora de tratar de aprobar su reforma de salud. En un acto básicamente cínico los culpó porque no lo apoyaron cuando en realidad nunca se acercó a ellos y trató de hacer lo mismo que Barack Obama hizo con la reforma de su salud en su mandato, que fue básicamente aprobarla sin el apoyo de los republicanos. Así que Trump no la tiene sencilla, vamos a ver una presidencia muy atribulada y Trump tendrá que darse cuenta que en la política estadounidense tiene que sumar fuerzas y no restar.Donald Trump tiene en el momento un 37% de aprobación de acuerdo con una última encuesta de Gallup. Con este fracaso de su reforma, si Trump no puede cumplir sus promesas de campaña ¿Se puede caer?Pablo Pardo: Es muy difícil saberlo porque Trump ha desafiado las leyes de la realidad política, pues nadie pensaba que Donald Trump iba a ser presidente o incluso candidato. Con lo cual yo creo que cualquier predicción con Donald Trump es muy peligrosa. Yo sin embargo, creo que esto ha sido un momento de giro en la política de Trump por una sencilla razón, porque hasta ahora había sido invencible. Contra todo pronóstico había derrotado a todos, a los Bush, a Hillary Clinton, al establishment, a los líderes de su partido. Hoy, eso ha cambiado. Trump es alguien que tiene pocos apoyos dentro del liderazgo político republicano y también en el liderazgo institucional estadounidense. Si a eso se suma esta derrota y su baja popularidad, puede talvez que en el futuro consideremos el 24 de marzo como el día en el que la presidencia de Donald Trump empezó a cambiar para peor para él. Pero hay que tener en cuenta que este es un personaje que es capaz de hacer y de conseguir cualquier cosa.*Esta entrevista se hizo en el programa Voces RCN. Si quiere escucharla (http://www.rcnradio.com/nacional/hoy-dia-cambio-la-presidencia-donald-trump/)