Kamala Harris pidió este martes, 29 de octubre, a los estadounidenses que pasen página a Donald Trump, desde el lugar donde el candidato republicano arengó a sus simpatizantes cuando era presidente, antes de que atacaran el Capitolio el 6 de enero de 2021. La idea es que la vicepresidenta y candidata demócrata a la Casa Blanca haga de fiscal, su antigua profesión, y el público de jurado.

Al sur de la verja de la Casa Blanca, en La Elipse, el parque donde se coloca el tradicional árbol de Navidad, Harris subrayó que su rival es “alguien totalmente absorbido por su infinito deseo de venganza” que no está interesado “en las necesidades del pueblo estadounidense”. La policía de Washington preveía que asistirían más de 50.000 personas, pero la campaña de Harris calcula que llegaron 75.000.

Harris también dijo que Donald Trump es “inestable”.

La candidata lanzó un discurso lleno de emociones. “Hay algo en el hecho de que las personas sean tratadas injustamente o ignoradas que, francamente, me afecta. No me gusta… Si me das la oportunidad de luchar en tu nombre, no habrá nada en el mundo que se interponga en mi camino”, aseguró.

“Festival de amor”

La que puede convertirse en la primera mujer negra presidenta de Estados Unidos hará hincapié entre los “dos enfoques diferentes” de país. Recordará que Trump está enfocado en su “lista de enemigos” y ella en la “lista de quehaceres”. Cuando entró en campaña a raíz de la retirada del presidente Joe Biden, la vicepresidenta pisó fuerte el acelerador, permitiendo al partido levantar el ánimo y tomar la delantera en los sondeos nacionales, pero con el paso de las semanas la ventaja se ha erosionado.

Ahora están igualados en los sondeos, con empate técnico en los siete estados bisagra o pendulares que decidirán el resultado de las elecciones, en las que ya votaron más de 50 millones de personas por anticipado. Trump dará un mitin en Allentown, en Pensilvania, quizás el más importante de los estados bisagra.

Pensilvania cuenta con medio millón de puertorriqueños, furiosos con los republicanos desde que el humorista Tony Hinchcliffe los insultara en un mitin de Trump diciendo que Puerto Rico es “una isla flotante de basura”. El equipo de campaña trató de tomar distancia del humorista, pero este martes Trump calificó el mitin de “festival de amor”.

“Los políticos que llevan haciendo esto mucho tiempo —30 y 40 años— dijeron que nunca había habido un acto tan bonito. Fue como un festival de amor, un absoluto festival de amor, y fue un honor para mí participar”, afirmó el expresidente en un acto de campaña en su mansión de Florida.

“Salvar a Estados Unidos”

En un discurso marcado una vez más por una feroz retórica antimigratoria, Trump prometió “luchar como locos los próximos siete días”.

“Vamos a salvar a Estados Unidos, no tenemos otra opción”, afirmó, y acusó a su rival de contar “mentiras” y de proferir “calumnias (…) muy vergonzosas y realmente inexcusables”. Trump se encuentra a la defensiva por las acusaciones de su ex jefe de gabinete de la Casa Blanca, que asegura que encaja en la definición de fascista y que en el pasado elogió a Adolf Hitler.

“Yo no soy un nazi”, se defendió Trump el lunes en un mitin. El miedo a que se repita el caos de hace cuatro años y Trump vuelva a negarse a aceptar el resultado si pierde pesa mucho sobre las elecciones. Por de pronto el republicano hizo el martes su primera afirmación infundada de fraude electoral, alegando sin pruebas que ha habido irregularidades en Pensilvania.

“Realmente ‘cosas’ malas ¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN PENSILVANIA???”, afirmó en la red social X. Su ex asesor, Steve Bannon, quien fue encarcelado por negarse a testificar ante el Congreso sobre el asalto del 6 de enero de 2021 al Capitolio, fue liberado el martes. Mucho ha cambiado la política desde que este influyente podcaster de derecha ingresara en prisión el 1º de julio.

Trump ha sobrevivido a dos intentos de asesinato, mientras que Harris ha reemplazado a Biden en la carrera a la Casa Blanca. La vicepresidenta ha prometido que Estados Unidos “no volverá” a la era Trump.

El jueves contará con el apoyo de la reina del pop, Jennifer Lopez, y de la banda mexicana Maná en un mitin en Las Vegas dirigido a los latinos y los jóvenes, dos electorados que pueden marcar la diferencia en unos comicios en los que cada voto cuenta.

*Con información de AFP.