Un juez declaró a Donald Trump en desacato del tribunal y le multó por 9.000 dólares por violar repetidamente una orden mordaza que le prohibía hacer comentarios públicos sobre testigos, jurados u otras personas vinculadas al juicio que se le sigue en Nueva York por acusaciones de que intentó suprimir noticias desfavorables.
Los fiscales denunciaron 10 infracciones, pero el juez Juan M. Merchan determinó que fueron nueve. Aun así, el fallo es un golpe para el expresidente republicano, quien había insistido en que estaba ejerciendo su derecho a la libre expresión.
Según Merchan, que dio a conocer su decisión ante Trump en la apertura de una nueva audiencia del juicio, el acusado violó la orden de no injuriar a los testigos, los jurados, los miembros del tribunal ni a sus familiares.
La decisión surgió al inicio de la segunda semana de testimonios en el caso histórico. Trump está acusado de elaborar una trama ilegal para influenciar las elecciones de 2016 suprimiendo noticias que le eran desfavorables. El ex jefe de Estado se ha declarado inocente.
“El tribunal no tolerará las repetidas violaciones de sus órdenes y en caso de ser necesario y en las circunstancias apropiadas, impondrá una pena de prisión”, subrayó el juez.
Trump estaba acompañado en el tribunal por su hijo Eric, la primera vez que está acompañado en el juicio por un familiar suyo.
La defensa de Donald Trump cuestionó la credibilidad del primer testigo de la Fiscalía en el juicio donde se le acusa de pagar para encubrir información negativa, buscando desacreditar el testimonio en que detalla un plan entre Trump y un tabloide para ocultar historias negativas con el fin de proteger la campaña presidencial del republicano en 2016.
El primer testigo de la Fiscalía, el ex editor del diario sensacionalista National Enquirer, David Pecker, de 72 años, describió a lo largo de la semana las prácticas de uno de los tabloides más populares del país para publicar solo cosas positivas sobre el magnate y negativas sobre sus rivales políticos.
El objetivo de Pecker, según dijo, era “proteger” al magnate inmobiliario neoyorquino para que este tipo de noticias negativas no interfirieran en su campaña electoral, lo que beneficiaba tanto al periódico, que aumentaba las ventas, como al candidato.
Ante los 12 miembros del jurado y los seis suplentes que sellaron la suerte del magnate, el abogado de la defensa pretendió desbaratar la idea de la fiscalía de que fue un plan orquestado para ayudar a Trump, y dijo que era una práctica habitual del diario sensacionalista.
La fiscalía acusa a Trump de 34 falsificaciones de documentos para encubrir el pago a Daniels por una supuesta relación que habrían tenido en 2006 y que el magnate siempre ha negado.
Con información de AP*