La caída del Gobierno afgano y el regreso del islamismo radical al país tiene a los ojos del mundo puestos en Estados Unidos, pues algunos sectores creen que son los responsables de lo sucedido por retirar sus tropas.
Sin embargo, el retiro de las tropas estadounidenses de Afganistán no fue una política que haya implementado el actual presidente Joe Biden, sino que era una decisión tomada desde la era Trump.
De hecho, el exmandatario republicano criticó fuertemente a Biden por la forma de llevar a cabo el retiro de las tropas y le pidió la renuncia por el triunfo de los talibanes.
“Es hora de que Joe Biden renuncie en desgracia por lo que permitió que le sucediera a Afganistán”, dijo Trump en un comunicado, criticando también el aumento de casos de covid-19 en Estados Unidos y la inmigración nacional, económica y energética. políticas.
Es de recordar que fue bajo el gobierno de Donald Trump que en 2020 se negoció un acuerdo en Doha en el cual Estados Unidos se comprometía a retirar sus tropas de Afganistán en mayo de 2021. Sin embargo, cuando Biden asumió la presidencia, retrasó la fecha límite para el retiro de las tropas.
Según Trump, si él hubiera sido el presidente de EE. UU. en la actualidad, la retirada hubiera sido diferente y con otros resultados.
“Lo que Joe Biden ha hecho con Afganistán es legendario. ¡Será una de las mayores derrotas en la historia de Estados Unidos!, Conmigo hubiera sido una retirada mucho más diferente y mucho más exitosa”, dice el comunicado de Trump.
Al insistir en la renuncia de Biden, Trump volvió a hablar de las elecciones presidenciales del año pasado y dijo que perdió porque le hicieron trampa.
“No debería ser un gran problema (la renuncia de Biden), porque en primer lugar no fue elegido legítimamente”, dijo el expresidente.
La historia de EE. UU. en Afganistán
Vale la pena mencionar que la guerra de Estados Unidos contra el régimen talibán comenzó tras el ataque de Osama Bin Laden a las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001.
Después de los atentados, Washington y sus aliados de la OTAN lanzaron una amplia operación militar en el país el 7 de octubre de ese mismo año, tras la negativa del régimen talibán de entregar a Bin Laden.
El 6 de diciembre capitularon. Tanto los dirigentes talibanes como los de Al Qaida huyeron al sur y el este del país y también a Pakistán. Así, los ataques y emboscadas contra las fuerzas armadas occidentales se multiplicaron.
En julio de 2015, Pakistán acogió las primeras conversaciones directas, apoyadas por Estados Unidos y China, entre el gobierno afgano y los talibanes.
A mediados de 2018, estadounidenses y talibanes iniciaron unas discretas negociaciones en Doha, interrumpidas varias veces tras los ataques contra las tropas de EE. UU. El 29 de febrero de 2020, Washington firmó un acuerdo histórico con los talibanes, que preveía la retirada de los soldados extranjeros a cambio de garantías de seguridad y la apertura de negociaciones.
Sin embargo, las culpas caen hoy sobre Joe Biden pues el 8 de julio de 2021, el presidente estadounidense declaró que la retirada de sus fuerzas, que comenzó en mayo, se “completará el 31 de agosto”.
Los talibanes, a la ofensiva desde mayo, llegaron este domingo 15 de agosto a las puertas de Kabul, después de haber tomado el control de casi todo el país sin encontrar gran resistencia y el gobierno de Biden solo elevó el número de tropas a 5.000 para acompañar el retiro de los estadounidenses de ese país.
Ahora la preocupación en Estados Unidos es que, bajo el control de los talibanes, puedan surgir nuevos grupos terroristas en Afganistán durante los próximos años.