El último jefe de Gabinete del partido republicano durante el Gobierno de Donald Trump, Mark Meadows, reveló en un libro —que aún no ha sido difundido— que el entonces mandatario estadounidense ocultó que había dado positivo en una prueba de covid-19, y que aún consciente de ese resultado, se atrevió a asistir a un debate con el candidato presidencial en ese momento, Joe Biden.
El encuentro cara a cara de Trump y Biden se realizó el 29 de septiembre de 2020 en Cleveland (Ohio). Tres días después, voceros de la Casa Blanca informaron que Trump se había contagiado, indicó el diario El País de España.
Saltarse las reglas, como era común en el exmandatario estadounidense, fue resaltado por Meadows en el libro, cuyo contenido tuvo acceso el diario británico The Guardian. En su relato, el exfuncionario asegura que Trump sabía que ambos candidatos debían presentar una prueba negativa del virus realizada en las 72 horas previas al encuentro, pero según escribió Meadows “nada iba a impedirle a Trump” participar en el debate.
Ambos candidatos formaban parte del grupo poblacional de alto riesgo. Trump tenía 74 años y Biden 77 años. De acuerdo con una publicación del diario español, las memorias del paso de Meadows por la Casa Blanca, a las que llamó The Chief’s Chief (El jefe del jefe), serán publicadas la próxima semana por una editorial conservadora.
Precisamente, un ejemplar del libro llegó a manos del medio británico el martes 30 de noviembre, cuando Mark Meadows anunció que cooperará con el comité de la Cámara de Representantes que investiga el caso del asalto al Capitolio de pasado 6 de enero de 2021 por un grupo de seguidores de Trump.
Según la versión oficial, la Casa Blanca informó que Trump se había contagiado del virus el 2 de octubre apenas una hora después de recibir los resultados de la prueba. El mandatario republicano fue hospitalizado ese mismo día y recibió tratamiento experimental.
Trump llamó la atención mundial por negarse a usar medidas de bioseguridad como el uso del tapabocas. Su desacierto en el debate con Biden no sorprende, ya que recién cuando estalló la pandemia de la covid-19, en marzo de 2020, el entonces presidente de Estados Unidos consideró enviar a los estadounidenses infectados que llegaran al país a la Base Naval de la Bahía de Guantánamo, en Cuba, para que pasaran allí la cuarentena. Esto, según fragmentos de una investigación periodística de dos periodistas de ‘The Washington Post’.
Mientras se debatía el manejo que le debía dar a los estadounidenses contagiados con el virus en el extranjero, según los informes, Trump les hizo una pregunta a los miembros del personal reunidos dentro de la sala sobre si los estadounidenses podrían ser puestos en cuarentena en la base caribeña, en donde también Estados Unidos mantiene retenidos a sospechosos de terrorismo: la prisión de la Bahía de Guantánamo.
“¿No tenemos una isla que nos pertenezca?”, presuntamente preguntó el expresidente, ansioso por mantener bajas las cifras de Estados Unidos. Y continuó diciendo: “¿Qué pasa con Guantánamo?”.
El extracto del libro menciona que los asistentes estaban asombrados, pero Trump volvió a mencionar la idea por segunda vez antes de que los miembros de su personal le dijeran las posibles consecuencias de albergar a los ciudadanos cerca de esa prisión.
El libro “Escenario de pesadilla: dentro de la respuesta de la administración Trump a la pandemia que cambió la historia”, publicado el 29 de junio pasado, recoge las entrevistas de más de 180 personas, incluyendo altos funcionarios de la Casa Blanca y líderes de salud de ese Gobierno.