El mundo cada vez es más consciente sobre la conservación de las especies. Hay cientos de movimientos que promueven la importancia de los animales para la preservación del planeta tierra.

Las especies en peligro de extinción son los que más protección requieren y los que tienen en vilo a estas organizaciones. En 2008, el oso polar empezó a ser considerado una especie amenazada en Estados Unidos por la Ley de Especies en Peligro de Extinción.

De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), los científicos han dividido a la población total de osos polares en 19 subpoblaciones. Según los más recientes datos del Grupo de Especialistas en Osos Polares de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) dan cuenta de que tres de esas subpoblaciones están en declive y que, acorde con los avances del cambio climático en el mundo, están en un alto riesgo de disminución a futuro.

El cambio climático juega un papel importante aquí. Debido a su aceleración, el hielo marino ha cedido terreno en gran parte del mundo, lo que ha provocado que los osos polares sufran una pérdida de su hábitat.

Con el panorama anterior y la polémica que gira en torno a esta especie, en China ya existe el primer hotel de osos polares que, si bien es un atractivo turístico para muchos, también cuenta con un importante número de detractores.

De acuerdo con la compañía, Harbin Polarland es el primer parque temático de entretenimiento de Polarland en todo el mundo y los primeros en tener el Polar Bear Hotel (Hotel de Osos Polares, en español). Está ubicado en la capital de Heilongjiang, Harbin, en China, y les promete a los turistas la posibilidad de ver osos polares la 24 horas del día desde las 21 habitaciones con las que cuenta.

“Es uno de los cuatro sitios internacionales del Festival de Hielo y Nieve de Harbin, una atracción turística nacional AAAA (...) En cuanto a los hermanos osos polares, el equipo de morsa y el equipo de leones marinos, pueden convertir cualquier ceño fruncido en una sonrisa. Prepárate y una aventura mágica llena de maravillas y maravillosa imaginación está a punto de comenzar”, asegura Harbin Polarland en su sitio web.

El hábitat es hielo artificial y hay unos cuantos pozos de agua, rodeados de ventanales para que los turistas contemplen a los dos únicos osos que tiene el lugar. En la cuenta de WeChat de la empresa, aseguran que “ya sea que estés comiendo, jugando o durmiendo, los osos polares te harán compañía”.

En diálogo con la agencia de noticias Reuters, el portavoz de la compañía, Yang Liu, afirmó que el área que se observa en las fotografías, que hace parte del interior del complejo turístico, es solo una parte del recinto con el que cuentan los osos, a los cuales se les permite salir cuando las condiciones climáticas de temperatura y aire lo permiten.

El atractivo turístico es alto, tanto como el sinsabor entre aquellos que luchan por la conservación de la especie. Jason Baker, vicepresidente sénior del grupo de derechos de los animales Peta, indicó que “los osos polares pertenecen al Ártico, no a los zoológicos ni a las cajas de cristal de los acuarios, y ciertamente no a los hoteles”.

“Los osos polares están activos hasta 18 horas al día en la naturaleza, vagando por rangos de hogar que pueden abarcar miles de millas, donde disfrutan de la vida real”, agregó Baker.

De acuerdo con el vocero de Harbin Polarland, el precio de una noche en una habitación de ese hotel ronda entre los 290,10 y los 351,56 dólares, es decir, más de un millón de pesos colombianos.