El 1° de noviembre, la ciudad de Cali se prepara para cerrar un capítulo significativo en la historia de la conservación ambiental con la clausura de la Conferencia de las Partes (COP16). Este evento reunió a expertos, líderes y representantes de diversas naciones, quienes participaron en un intercambio vital de ideas y conocimientos sobre la biodiversidad del planeta.
Durante los días de la conferencia, se llevaron a cabo importantes debates, talleres y presentaciones que abordaron los desafíos actuales y las oportunidades para proteger y restaurar los ecosistemas que sustentan la vida en la Tierra.
Uno de los momentos más destacados de la COP16 fue la votación este jueves, 31 de octubre, para determinar la sede de la próxima conferencia sobre biodiversidad, programada para 2026 en la República de Armenia. En una sorprendente decisión, los países presentes optaron por Armenia, eligiendo esta ubicación sobre su archirrival Azerbaiyán.
Este resultado no solo refleja la dinámica geopolítica en la región, sino también la importancia que los países otorgan a la cooperación internacional en la lucha por la conservación ambiental.
Armenia ganó con 65 votos de los 123 emitidos en la 16ª Conferencia de las Partes (COP16), a un día de la clausura oficial del evento, y es la primera vez que el anfitrión se escoge por sufragio. “En el pasado se ha llegado a un consenso sobre el candidato a presentarse”, según el portavoz David Ainsworth.
“Estoy muy agradecido por la confianza de las partes. Estaremos encantados de recibir a todas las delegaciones (…) en nuestro país con calidez, con hospitalidad y el gobierno de Armenia hará todo lo posible para asegurarse de que la COP17 sea un verdadero éxito”, dijo Davit Manukyan, representante de la cancillería de Armenia.
Los vecinos, por décadas enemistados, se ofrecieron a acoger la próxima cumbre.
El miércoles los representantes de ambos países presentaron a sus colegas delegados propuestas detalladas, repletas de videos en los que destacaban la belleza natural de las sedes en disputa.
En virtud del sistema de presidencia rotatoria de las cumbres de las convenciones de Naciones Unidas, en la COP13 de Cancún (México) se decidió que la COP17 se celebraría en un país de la región de Europa Central o del Este, que incluye a Rusia, aliada de Azerbaiyán.
Ainsworth explicó que esta es la primera vez que una región no “pudo llegar a un consenso”, lo que derivó en la inusual votación.
Azerbaiyán, que acoge la conferencia sobre el clima COP29 desde el 10 de noviembre, se había presentado como candidato a presidir esta conferencia, y Armenia le siguió los pasos.
Las dos antiguas repúblicas soviéticas han librado varias guerras. La manzana de la discordia es la región de Nagorno Karabaj, un territorio de mayoría armenia que proclamó su independencia unilateralmente en 1991 tras la caída de la Unión Soviética.
Desde entonces, fue escenario de varias guerras entre Azerbaiyán y los separatistas armenios: una entre 1988 y 1994 y otra en 2020, que ganó Azerbaiyán.
Tras una ofensiva relámpago de las tropas azerbaiyanas en 2023 contra los separatistas armenios de Nagorno Karabaj, Azerbaiyán tomó el control de este territorio. Toda su población, de casi 120.000 personas, huyó a Armenia.
Las negociaciones de paz entre ambos países aún no han llegado a buen puerto, a pesar de la creciente presión de la comunidad internacional sobre Bakú, capital de Azerbaiyán, para que firme el acuerdo de paz antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29).
Armenia tendrá el reto de presidir una cumbre crucial para que la humanidad cumpla sus objetivos de detener la destrucción de la naturaleza de aquí a 2030.
Pero su credibilidad depende de las complejas normas que se negocian en Cali, sobre las que aún no hay consenso.
A medida que Cali se despide de la COP16, el legado de esta conferencia perdurará a través de los acuerdos alcanzados y la conciencia aumentada sobre la necesidad de proteger la biodiversidad. La mirada ahora se dirige hacia Armenia, donde se espera que la próxima conferencia brinde nuevas oportunidades para avanzar en la agenda de conservación y promover un futuro más sostenible para las próximas generaciones.
*Con información de AFP