En el ataque aéreo en Rafah, al sur de Gaza, unos gemelos de cinco meses, concebidos mediante tres rondas de fertilización in vitro (FIV), perdieron la vida. Naeim y Wissam Abu Anza fueron dos de las 14 víctimas palestinas, incluyendo seis niños, que fallecieron durante el asalto del fin de semana, según informes de supervivientes y funcionarios de salud.
Además, el padre de los bebés también murió, mientras que nueve personas siguen desaparecidas bajo los escombros. La trágica situación se desarrolló cuando Rania Abu Anza, la madre, se despertó alrededor de las 22:00 horas del sábado para amamantar a su hijo y, posteriormente, la casa colapsó una hora y media después debido a una explosión.
Estos gemelos nacieron en un lapso de menos de una semana desde el inicio del desgarrador conflicto entre Israel y Gaza. La pareja, después de una década de desafíos, finalmente alcanzó la anhelada concepción mediante las técnicas de fertilización in vitro (FIV).
“Grité por mis hijos y mi esposo”, dijo a Associated Press, sollozando y acunando una manta de bebé contra su pecho. “Estaban todos muertos. Su padre se los llevó y me dejó atrás”. El doctor Marwan al-Hams, director del hospital donde fueron trasladados los cuerpos del ataque aéreo del sábado, dijo que seis niños y cuatro mujeres se encontraban entre las 14 personas muertas.
Además de su marido y sus hijos, Abu Anza perdió a una hermana, un sobrino, una prima embarazada y otros familiares. Farouq Abu Anza, un miembro de la familia, dijo que en la casa se alojaban unas 35 personas, algunas de las cuales habían sido desplazadas de otras zonas. Dijo que todos eran civiles, en su mayoría niños, y que no había militantes entre ellos.
“Perdí a las personas que más quería”, dijo Rania Abu Anza. “Quiero salir de este país. Estoy cansado de esta guerra”. Los ataques aéreos israelíes han alcanzado periódicamente viviendas hacinadas desde el inicio del conflicto. Las huelgas suelen producirse sin previo aviso, normalmente en mitad de la noche. Israel dice que trata de evitar dañar a los civiles y culpa de sus muertes al grupo militante Hamás porque coloca combatientes, túneles y lanzadores de cohetes en densas zonas residenciales.
El ejército no hizo comentarios sobre este ataque, pero dijo que “sigue el derecho internacional y toma precauciones viables para mitigar el daño a los civiles”. Israel declaró a Rafah zona segura en octubre, pero la ciudad es ahora el próximo objetivo de su devastadora ofensiva terrestre.
La guerra comenzó después de que militantes liderados por Hamás irrumpieran en el sur de Israel, arrasando comunidades, matando a 1.200 personas y tomando unos 250 rehenes. Israel respondió con una campaña militar en la que han muerto más de 30.000 palestinos. Más del 40% de ellos eran niños, según el Ministerio de Salud de Gaza.