En los últimos días, varios gobiernos y organizaciones han mostrado su rechazo a la posibilidad de que los países más ricos del mundo empiecen a aplicar una tercera dosis de refuerzo contra el coronavirus, pues esto provocaría un menor acceso a las vacunas por parte de las naciones más pobres.
Además de lo poco ético que resultaría esta situación para algunos expertos, tampoco solucionaría el problema de la pandemia, pues aunque países como Israel, Estados Unidos o el Reino Unido aplicaran una nueva dosis, esto no resolvería el problema de fondo, dado que mientras existan miles de millones de personas sin ninguna protección, la covid-19 puede seguir mutando y generando variantes más peligrosas para los seres humanos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya había solicitado a diferentes estados posponer la tercera inmunización de sus ciudadanos, al menos por un par de meses, mientras otros países avanzaban en la aplicación del fármaco y todo el mundo llegaba a, al menos, un 10 % de población inoculada; sin embargo, Francia, Alemania y otros territorios desestimaron el llamado y continuaron con sus planes de vacunación.
Para la OMS este es el camino equivocado ya que desde un inicio estos gobiernos han acaparado la oferta mundial de vacunas y han comprado miles de millones de dosis que no les hacían falta, mientras otros países tienen un acceso muy restringido a los medicamentos, algo que se ha intentado solucionar a través del mecanismo Covax.
La semana pasada, el presidente Joe Biden anunció que Estados Unidos había enviado cerca de 110 millones de vacunas contra el coronavirus al extranjero en modo de donación, las cuales se distribuirán a través de Covax, lo cual es una buena noticia, aunque resulta insuficientes, pues la OMS estima que hacen falta unas 11.000 millones de vacunas para inmunizar a todo el planeta.
“Al igual que vimos en el sur de Asia, cuando hubo una transmisión sin control y la variante delta realmente despegó, no hay nada que impida que eso ocurra ahora mismo en el continente africano. Así que es muy probable que acabemos en una situación en la que tengamos variantes aún más peligrosas, más transmisibles y más infecciosas que salgan de la propagación que estamos viendo actualmente en África”, explicó a la CNN Andrea Taylor, directora adjunta de programas en el Centro de Innovación en Salud Global de la Universidad de Duke
Solo 4 % de los africanos tiene al menos una dosis
Los ojos de los expertos en sanidad están puestos en África, ya que resulta bastante preocupante que solo el 4 % de los habitantes del continente tiene al menos una de las dosis de la vacuna contra esta enfermedad, pues de las 1.300 millones de personas que viven allí, solo 50 millones están inmunizados.
“Es completamente absurdo que a estas alturas de la pandemia sea noticia que un avión con dosis de vacunas aterrice en África. Creo que solo eso ya indica las disparidades a las que nos enfrentamos”, explicó Taylor, la investigadora de Duke, a la cadena estadounidense.
Esto contrasta con la situación de Estados Unidos y varios países de Europa, en donde ya se ha alcanzado la inmunidad de rebaño, pues se ha reportado la vacunación de al menos el 70 % de las personas aptas para recibir la vacuna.
De igual forma, llama la atención lo relacionado a la cantidad de muertes en ambos escenarios, dado que mientras que en los países que han logrado avanzar significativamente con las vacunas las muertes han caído de forma importante, en África se han disparado un 80 % en las últimas semanas, lo cual ha puesto contra las cuerdas a los políticos del continente, que habían pasado desapercibidos la mayor parte de la pandemia.