En medio del drama humano que se vive en Ucrania, luego de 11 días de resistir ataques rusos, con cientos de pérdidas en vidas humanas, también los animales están padeciendo los embates de la guerra.

El caso de Horacio, un elefante asiático del zoológico de Kiev (capital ucraniana), fue incluido en una publicación en The Washington Post en la que se describe la verdadera pesadilla que están enfrentando los animales del lugar. Inclusive, temen que se presente dificultad para alimentarlos, si avanza el rodeo a Kiev y se cierran vías a proveedores.

“Horacio está tan aterrorizado por las explosiones que le recetan sedantes”, dice la publicación, en la que además se refieren a ejemplares de otras especies que enfrentan la misma situación.

En el zoológico de Kiev hay cabras que no han vuelto a salir, después de haber entrado en pánico por el sonido de los bombardeos.

También sucede lo mismo con Maya, una hembra lémur (primates endémicos de la isla de Madagascar), que casi mata a su cría recién nacida cuando salió espantada con el rugido de la guerra.

Varias publicaciones de medios internacionales han señalado que se trataría de unos 4.000 animales de más de 200 especies los que están en grave riesgo por la situación que ser presenta en Kiev.

Este zoológico es considerado como uno de los más grandes de la antigua Unión Soviética. Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la capital ucraniana fue ocupada por los nazis, el zoológico fue utilizado como guarnición alemana.

Ahora, el sitio para la recreación y el turismo, que recibe miles de visitantes al año, está de nuevo a merced de los avances rusos hacia la capital de Ucrania.

Los bombardeos sigue teniendo presencia constante en territorio ucraniano dañando la infraestructura del país. | Foto: Con derechos gestionados de AFP

Encrucijada

Lo que se teme es que los animales no puedan ser evacuados, mientras si se quedan también está el riesgo latente de que se reduzcan los suministros de comida si se cierran las vías ante un rodeo de la ciudad por parte de las tropas rusas.

Hasta ahora, tienen suministros almacenados que aguantarían para una semana, si son bien aprovechados. Pero el estrés agobia a los animales, pese a que unos 50 miembros del equipo de trabajo en el lugar, están con los animales las 24 horas del día.

Las situaciones más dramáticas son para los animales grandes como Horacio o para las jirafas, que no caben en los refugios habilitados por los cuidadores y personal del zoológico.

Según The Washington Post, los animales se refugian durante los ataques aéreos en sitios improvisados, como un recinto para pájaros y un acuario sin terminar. Los grandes, en cambio no se pueden mover bajo tierra y tampoco tienen espacio para esconderse o correr.

El director del zoológico, Kyrylo Trantin, dijo a la publicación que fuera del zoológico tendrían menos opciones que cualquier humano.

Lo único que tiene Horacio, de 17 años, es la compañía de un miembro del personal que se traslada al recinto en el que está, para consolarlo cuando se despierta angustiado por el fuerte ruido de la guerra.

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