Luego de que hace escasos tres años los teléfonos celulares, y las tabletas se convirtieron en el medio ‘salvación’ para que pese a la cuarentena millones de niños en todo el mundo pudieran seguir, ‘parcialmente’, vinculados a sus colegios recibiendo clases a través de ellas, ahora el gobierno de Países Bajos ha anunciado una fuerte legislación que les dejará prácticamente ‘expulsados’ de las aulas a partir del próximo 1 de enero de 2024.
El anuncio fue revelado el pasado martes, 4 de julio por las autoridades de ese país, explicando que los dispositivos celulares, las tablets, e incluso los relojes inteligentes quedarán prohibidos, y relegados a escenario o clases en los que su uso se vuelva estrictamente necesario, como el caso de clases que lo requieran dentro de la formación, o en tanto se hable de ellos en clase.
De igual modo, en medio de este anuncio, también se advirtió que pese a la prohibición que se plantea, estos dispositivos serán también permitidos para las personas con algún tipo de discapacidad que así lo requieran, y que sea sustentado en una consideración médica.
El anuncio, según recogen medios internacionales, estuvo a cargo del ministro de Educación de ese país, Robbert Dijkgraaf, quien reconoció que si bien estos dispositivos como los “teléfonos móviles, forman parte de nuestras vida, no deben estar en las aulas”, aduciendo que estos se han convertido, de acuerdo con múltiples estudios, en elementos de distracción, que interrumpen y vician “la oportunidad de estudiar bien”.
Para el funcionario, “los teléfonos móviles son una molestia”, y por ello planteó la ‘necesidad’ de tomar ingentes medidas orientadas a proteger a los estudiantes frente a ese tipo de peligros.
Según detallan los medios internacionales, la referida medida no emana de la simple voluntad o capricho de las autoridades, sino que estas han advertido la existencia de acuerdos entre el Ministerio de Educación y los colegios, para la implementación de la medida.
Así, de acuerdo con lo explicado por el alto funcionario, los colegios quedarán en la libertad de aplicar de forma autónoma y según sus parámetros propios la prohibición, advirtiendo que está en manos de ellos la ‘severidad’ con la que rija la medida, afirmando que se espera que esta pueda traer resultados tangibles para mediados de 2024.
Si bien la medida puede sonar disruptiva o severa dada la actual adopción e inserción de los medios digitales en la vida cotidiana y la educación misma, los mismos docentes en Países Bajos dieron su visto bueno a la medidas a través de una encuesta realizada por el mismo Ministerio de Educación.
En ese sentido, los medios internacionales también han explicado que las mayores tasas de favorabilidad frente a la prohibición, se ubican en los profesores de secundaria, advirtiendo que ellos han notado los efectos de las distracciones en los procesos de enseñanza.
Sobre quienes se oponen a la medida, no han advertido que esta sea infructuosa, sino que han abogado es porque la capacidad de la prohibición o no del uso del celular emane de cada colegio, e incluso de la apreciación propia de los docentes en sus clases particulares.
Otra de las razones para el fomento de la prohibición, es que se ha notado que la interacción social, directa, por cuenta de ello, también ha disminuido.