Rusia prometió el miércoles una respuesta “fuerte” y “dolorosa” a las sanciones estadounidenses anunciadas después de que Vladimir Putin reconociera la independencia de dos regiones separatistas ucranianas.
“Que no haya ninguna duda: habrá una respuesta fuerte a estas sanciones, no necesariamente simétrica, pero bien calculada y dolorosa para Estados Unidos”, dijo el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado.
“Rusia ha demostrado que, con todo el costo que implican las sanciones, es capaz de minimizar el perjuicio que causan”, afirmó la diplomacia rusa afirmando que la presión de estas medidas punitivas “no puede influenciar la voluntad de Rusia de defender firmemente sus intereses”.
Así mismo, denunció un “chantaje y una intimidación” por parte de Estados Unidos, pero afirmó que sigue “abierta a una diplomacia basada en los principios del respeto mutuo, la igualdad y la consideración de los intereses mutuos”, agregó el ministerio.
También anunciaron sanciones la Unión Europea, Japón, Australia, Canadá, Alemania y Reino Unido.
La más contundente fue la decisión de Berlín de congelar la certificación del gasoducto Nord Stream II, que ya está terminado, y que iba a aumentar el flujo de energía de Rusia hacia Alemania.
Igualmente Canadá impuso sanciones económicas contra Rusia, anunció el primer ministro Justin Trudeau.
Estados Unidos anunció una tanda de sanciones por “el comienzo de una invasión rusa de Ucrania”, pero considera que aún se está a tiempo de evitar “lo peor” pese a que el Senado ruso dio luz verde a Vladimir Putin para enviar tropas al país vecino.
La aprobación unánime de la cámara alta, el Consejo de la Federación, permite a Putin desplegar “fuerzas de paz” en dos regiones ucranianas separatistas reconocidas por Moscú como independientes y, potencialmente, en otras partes de Ucrania.
El presidente Biden anunció lo que llamó “la primera tanda” de sanciones, que impedirán a Rusia captar fondos occidentales para reembolsar la deuda soberana (lo cual podría influir en el valor del rublo y aumentar el costo de los productos importados) y apuntan a las instituciones financieras y las “élites” rusas.
“No hay duda de que Rusia es el agresor”, dijo.
Pero dejó la puerta abierta al canal diplomático para evitar una invasión rusa a gran escala “que causará un enorme sufrimiento a millones de personas”.
“Evitar que el conflicto llegue más lejos”, también es el objetivo del secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, en su visita a Washington se reunió con altos funcionarios del gobierno estadounidense, incluyendo Biden, que le anunció que seguirán proporcionando armas “defensivas” a su país.
Ucrania, rodeada al norte, sur y este por 150.000 soldados rusos, quiere sobre todo reforzar su defensa antiaérea.
El gobierno estadounidense dio señales de que no cree que Rusia esté buscando evitar un conflicto: el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que canceló una reunión con su par ruso, Serguéi Lavrov, prevista para el jueves.
“Rusia va a pagar un precio todavía más alto si continúa con su agresión”, dijo Biden.
El mundo teme una invasión total de Ucrania, con el riesgo de una guerra catastrófica en Europa.
Putin dijo que los acuerdos de paz de Minsk sobre el conflicto de Ucrania ya no existían y dio un paso más estableciendo relaciones diplomáticas con las dos regiones separatistas.
Pero pareció dejar una puerta entreabierta al advertir que el despliegue de tropas rusas “dependerá de la situación en el terreno”.
Desafió las posturas de Occidente —que niega a Moscú el derecho a opinar sobre quiénes pueden ingresar a la Alianza Atlántica— pontificando que “la mejor solución sería que las presentes autoridades actualmente en el poder en Kiev rehúsen unirse a la Otan y se mantengan neutrales”.
Ucrania quiere también que la Unión Europea le prometa el ingreso de su país en el bloque.
En un mensaje televisado, y con momentos en los que parecía enfadado, Putin calificó a Ucrania de Estado fallido, “títere” de Occidente, que preparaba una “guerra relámpago” para reconquistar las regiones separatistas.
“Resucitar a la URSS”
Los incidentes en el frente con los separatistas se multiplicaron en las últimas semanas. Según el gobierno ucraniano, un soldado murió este martes y seis resultaron heridos en bombardeos prorrusos.
El secretario general de la Otan, Jens Stoltenberg, dice tener indicios de que Moscú “sigue planeando un ataque a gran escala contra Ucrania”.
En las calles de Kiev, la noticia del reconocimiento de los separatistas generaba miedo.
“Estoy realmente asustado, tengo mucha familia” en el este de Ucrania, dijo a la AFP Artem Ivaschenko, de 22 años, natural de Donetsk.
El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov, advirtió que el país tiene por delante momentos complicados y acusó a Rusia de querer “resucitar a la URSS”, de la que Ucrania formó parte hasta su desmembramiento en 1991.
Obuses
En Shchastia, una pequeña localidad del este de Ucrania, cerca de las zonas separatistas, los habitantes despejaban el martes los escombros provocados por la caída de un obús.
Valentina Shmatkova, de 59 años, contó que estaba durmiendo cuando cayeron los proyectiles que volaron los vidrios de su apartamento. ”No nos lo esperábamos (...) Yo creía que nuestro presidente y el presidente ruso eran inteligentes y prudentes”, dijo.
El anuncio de Putin avivó el conflicto en esta región separatista, surgido en 2014 a raíz de la anexión de la península de Crimea por parte de Rusia, y en el que ya han muerto más de 14.000 personas.
La crispación golpeó también a los mercados. Los precio del trigo y del petróleo se dispararon y las bolsas asiáticas cerraron a la baja, al igual que Wall Street, aunque los índices europeos se mantuvieron estables.
De otra parte, Rusia comenzó a evacuar a su personal diplomático de Ucrania, en un momento en que aumenta el temor a una invasión por parte de Moscú, informó la embajada a la AFP este miércoles.
A la pregunta de si había comenzado la evacuación, el portavoz de la embajada, Denis Golenko, respondió “Sí”, en una conversación telefónica con la AFP. La bandera rusa ya no ondeaba en el tejado del edificio diplomático y varias personas fueron vistas saliendo del lugar con maleta en mano.
Con información de AFP