Irán prometió el lunes responder a cualquier “aventurerismo” en su contra, después de que Estados Unidos, Reino Unido e Israel amenazasen con replicar al ataque mortal contra un petrolero atribuido a Teherán, el último episodio de esta confrontación.
Las autoridades iraníes desmintieron el domingo cualquier nexo con el ataque que se produjo el jueves pasado con “drones explosivos”, según Washington, contra el petrolero “Mercer Street”, gestionado por la sociedad del multimillonario israelí Eyal Ofer.
Este nuevo episodio de tensiones se produce la víspera de la entrada en funciones del nuevo presidente de Irán, el ultraconservador Ebrahim Raisi, que comienza oficialmente su mandato de cuatro años tras la aprobación el martes de su elección por el guía supremo, el ayatolá Ali Khamenei.
El ataque contra el petrolero, que no fue reivindicado, dejó dos muertos, un británico empleado por la empresa de seguridad Ambrey, y un rumano miembro de la tripulación, según el armador Zodiac Maritime.
Israel, Estados Unidos, Reino Unido y Rumania cargaron contra Irán.
Después de que Israel amenazara con represalias y Washington con una “respuesta apropiada”, el primer ministro británico Boris Johnson advirtió que Irán “debe enfrentar las consecuencias” por un acto “inaceptable y escandaloso”.
“La República Islámica no dudará en proteger su seguridad y sus intereses nacionales”, dijo el portavoz iraní de Asuntos Exteriores, Saeed Khatibzadeh, en un comunicado.
Irán, “responderá inmediatamente y decisivamente a cualquier posible aventurerismo”, afirmó.
- “Apropiada e inminente” -
La República Islámica de Irán es un enemigo declarado de Estados Unidos, con quien no tiene relaciones desde 1980 e Israel, del que no reconoce la existencia.
El viernes, al día siguiente del ataque, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, acusó a Irán de ser “un exportador de terrorismo, de destrucción e inestabilidad que daña a todo el mundo”.
Irán rechazó todas las acusaciones. “El régimen sionista (Israel, ndlr) debe dejar de lanzar este tipo de acusaciones infundadas”, declaró Khatibzadeh.
Pero el primer ministro israelí, Naftalí Bennett, insistió en la responsabilidad iraní, afirmando que su país tiene “pruebas de ello”.
Igualmente, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó que su país estaba “seguro que Irán había cometido el ataque”, y añadió querer “concertarse, no solo con los gobiernos de la región, para dar una respuesta apropiada e inminente”.
Uniéndose a las acusaciones de Washington e Israel, Reino Unido pidió a Irán que “cese inmediatamente las acciones que ponen en peligro la paz y la seguridad regionales e internacionales”.
- Embajadores de Irán convocados -
En Londres, el ministro de Asuntos Exteriores convocó el lunes al embajador de Irán, Mohsen Baharvand, a raíz de este “ataque ilegal”.
Las autoridades de Rumania hicieron los mismo con el embajador en Bucarest.
Desde hace años, Israel e Irán se han enfrentado directa o indirectamente en el Líbano, en Siria, en Irak y en la banda de Gaza. Pero estos últimos meses esta rivalidad saltó a los mares tras una misteriosa serie de sabotajes y ataques.
El ataque del jueves es la última manifestación de la enemistad entre Irán e Israel.
En marzo, el Wall Street Journal informó, citando a responsables estadounidenses y de Oriente Medio, que Israel atacó con minas submarinas desde finales de 2019 a, al menos, una decena de navíos con dirección a Siria, que transportaban, en su mayoría, petróleo iraní.
“Si tienen pruebas para mantener sus afirmaciones infundadas, que las proporcionen”, dijo el lunes Khatibzadeh, al tiempo que reprochó a Londres y Washington de quedarse en “silencio” ante estos “ataques terroristas”.