El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, arremetió este lunes 10 de abril contra su antecesor, Jair Bolsonaro, tras acusarlo de intentar perpetuar el fascismo en ese país.
La declaración fue hecha al pronunciar un discurso, luego de una reunión con sus ministros y en la que hizo un balance de los primeros 100 días de su Gobierno,
El mandatario se refirió a Bolsonaro como “ese ciudadano”, por lo que consideró ofensas contra “la democracia, las mujeres, los negros, los gobernadores” y la Corte Suprema mientras estuvo en el poder, entre 2019 y 2022.
Lula da Silva aseguró que los poderes públicos nunca fueron tratados con “tanta falta de respeto” como durante los cuatro años en el que permaneció en el poder el líder de derecha.
“Brasil volvió a tener un gobierno, un gobierno que se mira en el pueblo brasileño y se despierta temprano para trabajar”, indicó.
Así mismo, acusó a Bolsonaro de gastar millonarias sumas de dinero del presupuesto del Estado para intentar su reelección en las presidenciales del pasado mes de octubre, con la perspectiva de perpetuar el fascismo.
Hizo referencia, además, al intento de golpe de Estado del pasado 8 de enero, cuando, según dijo, “un grupo de reaccionarios y fascistas” seguidores del exmandatario asaltó y destrozó las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema.
“No querían dejar el poder, no querían acatar el resultado electoral después de los millones del presupuesto que fueron usados para ganar las elecciones”, aseguró.
Señaló que, por el contrario, al día siguiente su país vivió “un momento histórico”, cuando, según dijo, la sociedad vio a los jefes de los tres poderes de la República defender la democracia a una voz. “Es un gesto que va a marcar nuestro mandato”, aseguró.
Bolsonaro declara en investigación
El expresidente brasileño regresó a finales de marzo a Brasil, después de permanecer tres meses en Estados Unidos, país al que viajó dos días antes de dejar el poder.
Bolsonaro declaró el pasado miércoles ante la policía federal en Brasilia y negó haber cometido cualquier irregularidad, en el marco de una investigación sobre las joyas que le regaló Arabia Saudita y que habrían ingresado al país irregularmente.
“El testimonio de Jair Bolsonaro transcurrió de forma absolutamente tranquila, habiendo respondido todas las indagaciones. Fue una excelente oportunidad para esclarecer los hechos”, dijo en Twitter Fabio Wajngarten, exsecretario de Comunicación del gobierno de Bolsonaro y actual asesor del expresidente (2019-2022).
La policía federal y la agencia tributaria de Brasil investigan el caso, revelado por el diario O Estado de S. Paulo en marzo.
Según el periódico, inspectores de aduana incautaron en octubre de 2021 un juego de joyas con diamantes valorado en 3,2 millones de dólares, dentro de una mochila de la comitiva del ministro de Minas y Energía, que regresaba de un viaje oficial a Oriente Medio.
Funcionarios del gobierno hicieron luego varias gestiones para liberar las piezas, la última días antes del fin de mandato.
Posteriormente, se conoció la existencia de otros dos conjuntos de joyas, avaluados según la prensa en 100.000 y 75.000 dólares, y que no se encontraban en el acervo presidencial tras la salida de Bolsonaro del poder, pese a que este tipo de regalos constituye patrimonio público, según el tribunal de cuentas del Estado (TCU).
El exmandatario estuvo cerca de tres horas en la sede policial, en la región central de Brasilia, y se retiró sin hacer declaraciones a la prensa.
Una fuente le dijo a la AFP que el expresidente negó ante los investigadores haber cometido cualquier delito y aseguró que conoció de las joyas incautadas solo en diciembre de 2022. La fuente solicitó el anonimato por no estar autorizada para hablar.
Explicó, además, que las gestiones posteriores para liberarlas se debieron a un intento de evitar una “vejación diplomática” ante la posibilidad de que las valiosas joyas, regalo de estado de Arabia Saudita, pudieran eventualmente ser subastadas.
La policía no se manifestó sobre la declaración del exmandatario en el marco de la investigación, que tramita bajo reserva de sumario.
La ley brasileña determina que los funcionarios públicos solo pueden quedarse con obsequios que sean “muy personales y de mínimo valor monetario”, según el TCU.
Por orden del tribunal, Bolsonaro devolvió en las últimas semanas las dos cajas con joyas y también dos armas de fuego que recibió como regalo de los Emiratos Árabes Unidos en 2019.
Según el ministro de Justicia, Flavio Dino, el caso puede configurar delito de peculado (apropiación de bienes públicos) o tributario, por el ingreso de bienes privados sin la debida declaración y pago de impuestos.
Fue la primera vez que Bolsonaro se presentó ante la policía como exmandatario, casi una semana después de su regreso al país desde Orlando, Estados Unidos.
* Con información de AFP