Un pronóstico poco alentador sobre la posibilidad de acceso al agua en Ciudad de México lanzó la Universidad Autónoma de Metropolitana (UAM), el cual coincide con las tristes proyecciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para esta capital.
Según explican, en cinco años, es decir, en 2028, los habitantes de la capital mexicana tendrán serios problemas para abastecerse de agua y garantizar el acceso al líquido, condición que sería mucho más agresiva en los próximos años, debido a diferentes condiciones como el incremento del consumo, la falta de mantenimiento a la infraestructura y una merma en acciones para captar el agua de las lluvias.
El informe señala que, durante la pandemia, en Ciudad de México, el consumo de agua creció en un 30 %, mientras que, al mismo tiempo, se perdía un 40 % del líquido por cuenta de fugas y el mal mantenimiento de las tuberías y la infraestructura.
Según Roberto Constantino Toto, líder de investigación del equipo de la UAM, Ciudad de México ha mantenido, durante los últimos 450 años, el mismo sistema para la gestión del agua, sin diseñar políticas públicas eficaces que garanticen el acceso al líquido. Por ello, en los últimos años, la ciudadanía se ha visto obligada a conseguirla de formas poco convencionales.
Todo esto se suma a lo señalado por la profesora de economía y fundadora de AgUAM, Delia Montero Contreras, quien indicó que el 43 % de la población de la capital mexicana carece de acceso al agua.
“Nuestro país ocupa el primer lugar en el mundo en consumo de agua embotellada por habitante. (...) Quizá el agua que sale de su grifo es de mejor calidad que la que compra”, señaló Contreras, quien además agregó que así se eleve un marco sólido sobre la venta de agua, no garantiza que su calidad sea la mejor.
A todo esto, también se le suma la llegada de El Niño, fenómeno climático que fue analizado por expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes concluyeron que ese país tiene entre 92 % y 93 % menos lluvias en comparación con sus máximos históricos.
Todo este tema ha venido siendo objeto de estudios y alertas por parte de diferentes organizaciones como World Resources Institute (WRI), que indicó que el país centroamericano tenía un alto nivel de estrés hídrico. De hecho, en América Latina, ocupa la segunda casilla de este análisis, y el puesto 24 en todo el mundo.
Japón descarta niveles peligrosos de contaminación en las aguas de Fukushima
Las autoridades de Japón han asegurado este viernes que los primeros análisis realizados en la zona cercana a Fukushima, tras el vertido del agua procedente de la central nuclear, han confirmado niveles de contaminación mínimos, pese al recelo mostrado por países vecinos como China.
El Gobierno japonés dio inicio el jueves a este proceso, semanas después de que la autoridad nuclear japonesa aprobara de forma definitiva el plan del Gobierno tras el visto bueno del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que también realizará sus propios exámenes sobre el terreno.
El agua se ha mantenido en tanques después de pasar por un sistema avanzado de procesamiento de líquidos que elimina la mayoría de los radionúclidos, excepto el tritio.
Según la Autoridad de Regulación Nuclear, la concentración de este isótopo se mantiene en los 0,5 becquereles por litro, en un radio de tres kilómetros alrededor de la central, y es prácticamente “indetectable” en zonas más alejadas, según la agencia Kiodo.
El ministro de Industria, Yasutoshi Nishimura, ha defendido la importancia de hacer públicos este tipo de datos y de actuar “con la máxima transparencia” para que otros países levanten de manera “inmediata” las restricciones impuestas a la exportación de productos de la zona.
El Gobierno chino anunció el jueves la paralización de todas las importaciones de pescado y mariscos.