El actor estadounidense Dwayne Johnson, ícono de la pantalla grande, se convirtió en tendencia luego de que después de tres décadas tuviera un gesto con el que quiso resarcir un error del pasado. No importa el tiempo que haya transcurrido cuando se tiene la intención de realizar un acto ejemplar y muestra de ello fue la decisión tomada por el norteamericano.

El participante en exitosas películas como ‘Rápidos y furiosos’ confesó haber robado en su adolescencia barras de chocolate todos los días durante casi un año. Como una manera para corregir aquella conducta, la Roca, como también se le conoce, compró todas las piezas de Snickers en el establecimiento 7-Eleven de Hawái.

Según informó NBC Washington, cuando el actor tenía 14 años tomaba los dulces de tamaño ‘king’ porque su situación económica no le permitía hacerse a uno. Este pasabocas le servía como preámbulo a sus entrenamientos, pues años más tarde fue reconocido también por ser un luchador profesional. El mismo Johnson contó que hacia el año 1987 su familia fue “desalojada de Hawái”, pero que desde ese momento sentía que algún día debía volver a resarcir las cosas.

Una error del pasado

Se encontraba “arruinado como un demonio”, evoca el estadounidense. “La misma empleada estaba allí todos los días y siempre se limitaba a girar la cabeza y nunca me pillaba”, agregó. Tras años de trabajo y éxito en su carrera, quien con el tiempo llegaría a ser reconocido como uno de los actores más “aclamados” y ganador de premios como People’s Champion Awards, volvió al lugar donde empezó todo.

En su cuenta de Instagram, el exluchador compartió un video en el que se le ve entrando a la tienda de Sneakers y desocupando la estantería. “Finalmente, exorcicé a este maldito demonio de chocolate que me ha estado royendo durante décadas”, dijo el actor y dio detalles de lo que fue esa mala racha del pasado: “Solía robar un Snicker todos los días de 7 a 11 (...) cuando tenía 14 años, de camino al gimnasio”.

“He ejercitado algunos grandes demonios a lo largo de los años (todavía me quedan algunos;) así que sé que este parece muy tonto, pero cada vez que vuelvo a casa en Hawái y conduzco por el 7-11… Siempre supe que necesitaba entrar y limpiar todas las barras de Snickers que tenían, de la manera correcta”. Para él, era “lo menos que podía hacer”, teniendo en cuenta la cantidad de golosinas que solía tomar de ese lugar.

El cajero estaba estupefacto por la cantidad de productos comprados; pero, así como otros testigos, no pudo contener su emoción ante tan inesperada visita. Con la publicación de su regreso a aquel establecimiento, Johnson quiso también enviar un mensaje de que, aunque lo hecho, hecho está; sí se puede hacer mucho para corregir el camino.

“No podemos cambiar el pasado y algunas de las cosas tontas que podemos haber hecho, pero de vez en cuando podemos agregar una pequeña nota de gracia redentora a esa situación, y tal vez poner una gran sonrisa en la cara de algún extraño”.

Según NBC Washington, el exluchador no ha mostrado una posición cerrada cuando se refiere a las dificultades económicas que tuvo años atrás. Con ocasión del Thanksgiving (Día de Acción de Gracias), pero en 2017, Johnson compartió una foto familiar destacando lo que había significado para él esa celebración, en medio de bromas.

“Como mi mamá señaló más temprano ese día, hubo un tiempo en el 87 cuando ni siquiera podíamos pagar la cena de Acción de Gracias y rezábamos para que alguien nos invitara a su casa a comer. Estábamos en una situación difícil en ese momento, pero lo superamos. Y aquí estamos hoy. Una ohana grande, extendida, mezclada, un poco loca, amorosa y agradecida”, dijo.