"Una nueva epidemia" de fiebre hemorrágica ébola se declaró en el noroeste de la República Democrática del Congo (RDC), según declaró este lunes el ministro de Salud, Eteni Longondo. "Ya hay cuatro personas muertas", aseguró el ministro en una conferencia de prensa. El este de la República Democrática del Congo registra actualmente otra epidemia de ébola, que ha matado a 2.280 personas desde agosto de 2018 y que debería declararse oficialmente controlada el 25 de junio. Las cuatro muertes se registraron en un barrio de Mbandaka, principal ciudad de la provincia del Ecuador, a unos 600 km al norte de la capital Kinshasa. Las dos ciudades están comunicadas por el río Congo a una semana de navegación. "El Instituto Nacional de Investigación Biomédica (INRB, según sus siglas en francés) acaba de confirmar que las pruebas venidas de Mbandaka son positivas de la enfermedad del virus Ébola", agregó el ministro. La provincia del Ecuador ya se vio afecta por una epidemia de ébola entre mayo y julio de 2018, con un saldo de 54 casos, de los cuales 33 fueron mortales.
Frente a la covid-19, la lucha contra la propagación del virus está tropezando con la negación de la epidemia en la capital de la República Democrática del Congo, donde ese choque incluso ha adoptado formas violentas en medio de un importante brote de nuevos casos. "El coronavirus es una realidad, protégete y protege a los demás", repite al megáfono una voluntaria de la oenegé católica Caritas, Mamie Batata, en campaña de "sensibilización" en un barrio popular de Kinshasa. "Lárguense, déjennos en paz, la enfermedad no existe", le responden los habitantes de Kimbanseke. Fue en esta misma comuna donde el comité oficial encargado de la lucha contra la covid-19 anunció, el 20 de mayo, el secuestro de tres de sus agentes. Otro equipo "fue apuñalado”. "Hay secuestros, violencia verbal, física e incluso amenazas de muerte", añadió el comité. En el consejo de ministros del viernes pasado, el ministro de Salud Eteni Longondo "lamentó la multiplicación de incidentes contra los equipos de prevención de la pandemia”. Al igual que Caritas, los movimientos ciudadanos Lucha y Filimbi van en caravana con mensajes de prevención y máscaras, que distribuyen a través de la mayor megalópolis de África francófona (mínimo diez millones de habitantes). En Victoria y Selembao, decenas de habitantes los acogen haciendo "no" con el dedo índice y gritando "Corona eza te!" (no hay corona, en lingala). "Aquí en el Congo solo hay malaria y fiebre. El coronavirus está en Europa, en China. Tenemos anticuerpos desde nuestros antepasados", afirma a la AFP Husein, uno de ellos. "Esto no es verdad", señala cuando se le muestran las cifras oficiales (2.966 casos, de los cuales 2.680 están en Kinshasa, con 69 muertes, y un promedio de más de 100 nuevos casos por día). "Sé que la enfermedad existe, pero no he visto a nadie en mi entorno o en el barrio morir de esto", dice Alphonse Mbelesadidi, un padre de familia de 43 años que vive en el otro extremo de Kimbanseke. Si bien rechazan los mensajes de prevención, los habitantes aceptan la distribución de las máscaras, cuyo uso es obligatorio. "Voy a usarla solo para no pagar la multa de la Policía", explica Marie Louise Mamisa, una vendedora de panes en un barrio popular cerca del aeropuerto de Ndjili. Una multa de 5.000 francos congoleños (2,7 dólares) está teóricamente prevista para quienes no llevan máscaras o viseras de protección. Con información de la AFP.