La mayoría oficialista del Congreso de Ecuador estableció la reelección presidencial indefinida mediante una enmienda constitucional que aprobó el jueves, con lo que el país se convirtió en la tercera nación latinoamericana en avalar esa fórmula electoral tras Nicaragua y Venezuela, en una jornada con protestas en varias ciudades. Luego de más de nueve horas de debates y protestas opositoras en la calle, el legislativo aprobó con 100 votos a favor, 8 en contra y una abstención un conjunto de 15 enmiendas y cuatro disposiciones que entre otras cosas excluyen a Rafael Correa de los comicios de 2017. La aprobación de los cambios en la Carta Magna, promovida por el mandatario socialista y vigente desde 2008, era objeto de manifestaciones a favor y en contra en el centro de Quito y otras ciudades, algunas de las cuales con disturbios que dejaban detenidos y policías heridos. Frente al Congreso en el centro de Quito, varios encapuchados intentaron romper un cordón policial lanzando piedras, cohetes y palos contra los uniformados, quienes se protegían con escudos antimotines con leyendas como "Soy policía y también padre", constató la AFP. "Estamos viviendo en plena dictadura. Esta es una dictadura por un gobierno prepotente, autoritario, un gobierno que hace y deshace con nuestros recursos", declaró enojada Patricia Pinto, ama de casa de 43 años. Los diputados aprobaron en segundo y definitivo debate artículos para excluir de las próximas presidenciales y legislativas (en 2017) a aquellos que lleven dos períodos en línea, como Correa, y establecer la reelección sin límites desde los comicios posteriores, programados en principio para 2021. El Parlamento, con 137 miembros, requería el voto de las dos terceras partes (92) para hacer cambios en la Carta Magna, que hasta ahora permitía la reelección por una sola vez, consecutiva o no. El movimiento oficialista Alianza País (AP) cuenta con 99 curules. "¡Qué triunfo!" "¡Qué triunfo del pueblo ecuatoriano! ¡Gracias compañeros asambleístas! ¡Gracias AP! ¡Gracias Unidos! ¡Gracias ciudadanos! Esto no era solo por las enmiendas", expresó Correa, en visita oficial en Francia, a través de su cuenta en Twitter. En el centro de Quito, cientos de partidarios y detractores del mandatario -separados por un aparatoso cordón policial- se concentraron en los alrededores del Congreso en sendas vigilias a favor y en contra de los cambios constitucionales. Las movilizaciones también se registraban en otras localidades como Cuenca (sur) y Guayaquil (suroeste), las principales. La oposición se debatía entre archivar el proyecto o someter a referéndum cualquier tema relativo a la reelección, como hará Bolivia en febrero. El exbanquero de derecha y futuro candidato Guillermo Lasso aseguró que de ganar la presidencia en 2017 someterá a referéndum la reelección ilimitada. Desde que hace dos años empezó a hablarse de la reelección indefinida, Correa dijo que él no querría presentarse a los próximos comicios, aduciendo motivos familiares y académicos. Y en las últimas semanas el mandatario propuso su exclusión de las presidenciales de 2017, con el argumento de que no quiere pasar a la historia como el presidente que se benefició de la reelección sin límites propuesta por su gobierno. Todos miran a Lenin Apartado el máximo líder de la "revolución ciudadana" de las presidenciales, todas las miradas recaen en su exvicepresidente Lenin Moreno, favorito en los sondeos y a quien el gobernante siempre ha situado en primer lugar de la lista de sus principales sucesores dentro del oficialismo. Con un carácter más conciliador, Moreno -actual enviado de la ONU a Ginebra para los discapacitados-, "es el que tiene más opciones de triunfo y además podría reagrupar a sectores que salieron de Alianza País", explica a la AFP Simón Pachano, profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Por su parte, el politólogo Daniel Montalvo opina que "con una oposición fragmentada y débil sigue siendo difícil obtener los votos necesarios para poder vencer a un candidato como Moreno", señala. Debilitados en las encuestas, sin líderes sólidos y con el apoyo en las calles en franco declive, sus adversarios intentarán sacar partido de la delicada situación de la dolarizada economía ecuatoriana, muy golpeada por la abrupta caída de los vitales ingresos petroleros y la devaluación de las monedas de sus vecinos Colombia y Perú. "La situación económica le va a afectar al gobierno. Los opositores van a tener que ser muy cautelosos a la crítica, por ejemplo, a los proyectos sociales de Correa, pero van a poner énfasis en lo que consideran una mala conducción económica", advierte Pachano.