Ecuador sigue viviendo una época de violencia sin precedentes. Desde que el narcotráfico ingresó al país, los ataques de sicarios se han convertido en hechos cotidianos con los que deben vivir los ciudadanos.

El último de ellos y contra la fuerza pública se presentó el pasado 9 de octubre, cuando la policía Verónica Songor se encontraba de guardia en la Unidad de Policía Comunitario (UPC) del sector Socio Vivienda, en Guayaquil. Allí recibió varios disparos de arma de fuego por parte de sicarios, quienes también dejaron panfletos para intimidar a los uniformados del lugar. A pesar de ser atendida de manera rápida en un centro médico, no pudo sobrevivir a las heridas.

“Tristemente, Verónica Songor falleció. Hacemos un reconocimiento a su valentía. Acompañamos en su dolor a la familia y reiteramos el compromiso de lucha frontal contra la delincuencia”, se lee en el perfil oficial del presidente Guillermo Lasso.

El ministro del Interior, Juan Zapata, también habló de la muerte de Songor. “Lamento profundamente el fallecimiento de nuestra compañera policía Verónica Songor, en Guayaquil. Nuestros héroes que entregan su vida para enfrentar la delincuencia no están solos, no permitiremos que exista impunidad en su caso. Mi solidaridad y sentido pésame con su familia”, se lee su Twitter personal.

La prensa también está amenazada en Ecuador

Según reportan las autoridades y medios locales como El Universo, cámaras de seguridad captaron el momento cuando sujetos en moto dispararon contra la puerta de emergencia de las instalaciones del canal, dejando orificios y pasando la puerta.

Un panfleto fue hallado después del incidente con un mensaje que es atribuido a una organización criminal. En uno de los panfletos se observa la portada tachada del periódico de crónica roja bajo el rótulo “prohibido”, según imágenes compartidas por la Fiscalía. El texto advierte a los vendedores de periódicos que “está prohibida la venta de diario La Extra” (sic), uno de los de mayor circulación en el país.

También amenaza de muerte al director de Extra y a quienes vendan el diario. La oficina de la Presidencia de Ecuador, a través de un comunicado, se solidarizó con el canal y el periódico “por los amedrentamientos de los que han sido víctimas en las últimas horas”. La Policía de Ecuador aseguró que se están haciendo las investigaciones correspondientes para dar con el paradero de los responsables.

“Callarnos o silenciarnos no lo van a lograr, somos un canal integrado por un equipo periodístico serio”, aseguró Luisa Delgadillo, una de las periodistas del medio; entre tanto, Diario Extra no se ha pronunciado, como hasta el momento tampoco lo ha hecho alguna organización de defensa de la libertad de expresión en el país.

Ecuador enfrenta una violencia sin precedentes ligada al narcotráfico, que se disputa a fuego y sangre las rutas de distribución de la droga. Los enfrentamientos se concentran en las cárceles, donde han muerto unos 400 reclusos desde 2021.

En ese año, la superpoblación carcelaria era del 30 %, pero se redujo con indultos presidenciales y la aplicación de beneficios por buena conducta para los presos. Los más recientes enfrentamientos entre reclusos dejaron 29 presos fallecidos, algunos desmembrados.