Las autoridades estadounidenses inculparon este jueves a un ciudadano haitiano por su presunta participación en el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, informó el Departamento de Justicia en un comunicado.

Según la acusación, Rodolphe Jaar, de 49 años, participó en “un complot para secuestrar o matar al presidente haitiano”.

Jaar es la segunda persona juzgada en Estados Unidos por la muerte de Moïse después del militar retirado colombiano Mario Palacios, imputado el 4 de enero en Miami por su presunta participación en el magnicidio.

Jaar llegó el miércoles a Miami, en el sureste de Estados Unidos, procedente de la República Dominicana, que lo extraditó.

Las autoridades del país caribeño lo habían detenido en su territorio el 7 de enero, seis meses justos después de que un comando irrumpiera en la residencia privada de Moïse y lo matara a tiros.

El acusado compareció este jueves por videoconferencia ante un tribunal federal de Miami, donde una jueza le leyó los dos cargos en su contra: el de conspirar para cometer un asesinato o un secuestro fuera de Estados Unidos y el de proporcionar apoyo material con resultado de muerte.

Ambos se castigan con una pena máxima de cadena perpetua. La Fiscalía estadounidense asegura que el complot contra Moïse “se centró inicialmente en secuestrar al presidente”, pero que “acabó derivando en un plan de asesinato”.

Según el comunicado, Jaar proporcionó armas a mercenarios colombianos para facilitar la operación contra el presidente y alojó a varios de esos hombres en una residencia controlada por él.

Después del asesinato, se comunicó supuestamente con cómplices para ayudar a los colombianos a esconderse de las autoridades haitianas.

El sospechoso reconoció esos hechos durante una entrevista con las autoridades estadounidenses el 9 de diciembre de 2021, fuera del país norteamericano, según la acusación.

Más de 40 personas, entre ellas 15 colombianos y estadounidenses de origen haitiano, han sido detenidas en relación con la investigación. (AP Foto/Fernando Llano) | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved.

Jaar comparecerá de nuevo ante un juez el miércoles 26 de enero. Más de 40 personas, entre ellas 15 colombianos y estadounidenses de origen haitiano, han sido detenidas en relación con la investigación.

Quedan, sin embargo, muchos interrogantes sobre los motivos del asesinato, que ha sumido aún más en la incertidumbre a Haití, un país asolado por la pobreza, la inseguridad y la corrupción.

Exsenador, capturado

El pasado viernes, las autoridades jamaicanas detuvieron al exsenador haitiano, John Joel Joseph, buscado por la Policía de su país en el marco de la investigación del asesinato de Moïse.

Joseph fue detenido en la noche del viernes al sábado y actualmente se encuentra en una dependencia policial, dijo la Fuerza de Policía jamaicana (JCF, en inglés) en un comunicado.

La JCF “puede confirmar que un nacional haitiano: Jean Joel Joseph y tres miembros de su familia fueron arrestados en Jamaica por cargos relacionados con inmigración”, según el texto.

Los investigadores jamaicanos contactaron a las autoridades haitianas, que dijeron que Joseph “era requerido en Haití como sospechoso en el homicidio del presidente haitiano en 2021″, agregó.

El excongresista se encontraba en una casa en Saint Elizabeth, distrito en el suroeste de la isla. Moïse fue asesinado el 7 de julio, pero a pesar de la detención de varios sospechosos las incertidumbres en torno al crimen continúan.

El asesinato de Moïse profundizó la ya dramática crisis en Haití, que vive un clima de inseguridad por la creciente violencia de pandillas y una oleada de secuestros. El primer ministro Ariel Henry, que ha estado a cargo del ejecutivo tras la muerte de Moïse, dijo a la AFP que este mes él también había sido blanco de un intento de homicidio durante la celebración de las fiestas nacionales.

Ya en enero, las autoridades haitianas habían publicado un cartel de búsqueda de John Joel Joseph, descrito como un individuo “peligroso y armado”.

Fiscales de Estados Unidos dijeron que el complot contra el fallecido gobernante “se concentró inicialmente en realizar un secuestro del presidente como parte de una supuesta operación de arresto”, pero esta “en última instancia terminó siendo un complot para matarlo”.

El Congreso de Estados Unidos ordenó el jueves una investigación para esclarecer el magnicidio.

El Senado votó en forma unánime para ordenar al Departamento de Estado realizar un reporte en un plazo de 180 días que pueda dar una “descripción detallada” de las circunstancias que rodearon los hechos.

*Con información de la AFP.