Estados Unidos dijo este domingo 6 de febrero que el propósito de enviar tropas a Alemania y Europa del Este no es comenzar una guerra contra Rusia por el conflicto con Ucrania, tras desplegar 3.000 soldados adicionales en estos destinos.
“El presidente ha dejado claro desde hace meses que Estados Unidos no está enviando fuerzas para iniciar una guerra o pelear una guerra con Rusia en Ucrania”, le dijo el domingo a Fox News el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan.
“Hemos enviado fuerzas a Europa para defender el territorio de la OTAN”, explicó.
Sullivan dijo en el programa Meet the Press de NBC que “una escalada militar y una invasión de Ucrania podrían ocurrir en cualquier momento”.
“Creemos que los rusos han puesto en marcha capacidades para montar una operación militar significativa en Ucrania y hemos estado trabajando duro para preparar una respuesta”, señaló. “El presidente [Joe] Biden ha reunido a nuestros aliados. Reforzó y tranquilizó a nuestros socios en el flanco este, brindó apoyo material a los ucranianos y ofreció a los rusos una vía diplomática”, indicó.
Ucrania insistió el domingo en que la posibilidad de resolver las crecientes tensiones con Rusia a través de la diplomacia sigue siendo mayor que la de un ataque.
Funcionarios estadounidenses advirtieron que el Kremlin ha reunido 110.000 soldados a lo largo de la frontera con su vecino prooccidental, pero las evaluaciones de inteligencia no han determinado si el presidente Vladímir Putin realmente decidió invadir Ucrania.
Los funcionarios les informaron al Congreso y a los aliados europeos en los últimos días que la fuerza rusa acumulada en la frontera está creciendo a un ritmo que le daría a Putin la potencia de fuego necesaria para una invasión a gran escala (unos 150.000 soldados) en unas pocas semanas.
Dijeron que Putin quiere manejar todas las opciones, que van desde una campaña limitada en la región prorrusa de Donbás en Ucrania, hasta una invasión a gran escala.
Por su parte, la Presidencia ucraniana consideró este domingo que las posibilidades de alcanzar una “solución diplomática” a la crisis con Rusia son “considerablemente superiores” a las de una “escalada” militar.
“Las posibilidades de encontrar una solución diplomática a una desescalada son considerablemente superiores a la amenaza de una nueva escalada”, declaró Myhailo Podoliak, consejero jefe de la administración ucraniana, tras las advertencias de la inteligencia estadounidense de que Moscú acentúa sus preparativos para una invasión a gran escala a ese país.
“Una importante concentración de tropas rusas cerca de nuestras fronteras se mantiene desde la primavera boreal pasada”, pero su objetivo es “provocar presión psicológica masiva”, añadió.
Rusia realiza “rotaciones de tropas”, maniobras y movimientos de armamento, continuó el funcionario en sus comentarios escritos, que fueron brindados a la AFP por el servicio de prensa de la Presidencia.
No obstante, Ucrania y sus aliados occidentales deben “prepararse para todos los escenarios posibles y lo estamos haciendo al 100 %”, advirtió Podoliak.
La inteligencia estadounidense, por su parte, considera que Rusia ya ha desplegado el 70 % del aparato militar necesario para una invasión a gran escala a Ucrania, que alcanzaría una capacidad suficiente, o sea, unos 150.000 efectivos, para lanzar su eventual ofensiva dentro de dos semanas.
De acuerdo con funcionarios norteamericanos, sus servicios de inteligencia aún no han podido establecer si el presidente ruso, Vladímir Putin, ha tomado la decisión de pasar a la acción o no, pero maneja todas las opciones posibles, que van desde una invasión parcial del enclave separatista del Donbás hasta la invasión total.
Si Putin optara por la radical, podría rodear la capital Kiev y derrocar al presidente Volodímir Zelenski en apenas 48 horas, según estos responsables.
También advirtieron que este posible conflicto tendría un elevado costo humano, con el riesgo de causar la muerte entre 25.000 y 50.000 civiles, de 5.000 a 25.000 soldados ucranianos y entre 3.000 y 10.000 soldados rusos.
También provocaría un desplazamiento entre uno y cinco millones de refugiados, sobre todo hacia Polonia.
Con información de la AFP.