Rusia y Estados Unidos se enfrentaron este lunes en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ante la concentración de tropas rusas en la frontera con Ucrania, mientras Occidente intensifica las amenazas de sanciones para evitar un conflicto en Europa.
Ante el recrudecimiento de las tensiones, Estados Unidos está dispuesto a desmontar cualquier “desinformación” de Moscú en una de las sesiones de Naciones Unidas que mayor expectación ha generado en años.
La reunión, convocada por Estados Unidos, tiene lugar ante el creciente miedo a una incursión inminente de Rusia en Ucrania, pese a los desmentidos del Kremlin.
En un comunicado publicado tras el inicio de la reunión, el presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió a Rusia de que un abandono de la vía diplomática tendrá “severas consecuencias”.
“Si Rusia es sincera en el abordaje de nuestras respectivas preocupaciones de seguridad a través del diálogo, Estados Unidos y nuestros aliados y socios continuarán participando de buena fe”, dijo Biden en un comunicado.
“Si, en cambio, Rusia elige alejarse de la diplomacia y atacar a Ucrania, Rusia asumirá la responsabilidad y enfrentará rápidas y severas consecuencias”, agregó.
Rusia trató de impedir que los 15 miembros del Consejo dieran la luz verde a esta reunión, ante las acusaciones del embajador ruso ante la ONU, Vasily Nebenzya, de que Estados Unidos trata de “generar histeria”.
Pero la embajadora de Washington ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, señaló que la concentración de tropas de Moscú justifica la sesión y el intento de Rusia de bloquearla fue rechazado por 10 de los 15 miembros.
“Esta es la mayor (...) movilización de tropas en Europa en décadas”, dijo la embajadora. “Y mientras hablamos, Rusia sigue enviando más efectivos y armas” para reforzarlas.
Aseguró al Consejo que la concentración militar de Rusia se suma a la “retórica agresiva” que Rusia ha empleado desde que invadió Crimea en 2014.
Por lo tanto, advirtió: “buscamos el camino de la paz. Buscamos el camino del diálogo. “No queremos confrontación. Pero seremos decisivos, rápidos y unidos si Rusia sigue invadiendo Ucrania”.
En paralelo a la reunión en la ONU, el secretario de Estado Antony Blinken tiene prevista una nueva reunión telefónica el martes con su homólogo ruso Sergei Lavrov, la última de una serie de contactos diplomáticos entre Moscú, Washington y Bruselas sobre Ucrania, ante la preocupación creciente de los europeos sobre la seguridad.
“Putin no parará”
Estados Unidos y sus aliados aúnan esfuerzos para evitar una posible invasión de Ucrania. Washington y Londres advirtieron el domingo que en caso de que los rusos dieran ese paso, serían castigados con nuevas y “devastadoras” sanciones económicas.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense advirtió que es imperativo que Washington envíe un mensaje contundente al presidente Vladimir Putin de que pagaría un precio muy alto por una eventual agresión.
“Putin no parará con Ucrania”, dijo el senador Bob Menéndez a CNN.
En Londres, la ministra de Relaciones Exteriores Liz Truss dijo que Gran Bretaña prepara sanciones que “van mucho más allá” de las sanciones económicas a Rusia.
En respuesta, Moscú acusó el lunes a las autoridades británicas de preparar un “ataque abierto contra las empresas” rusas. “Los anglosajones están intensificando tremendamente las tensiones en el continente europeo”.
Los analistas advierten de que eventuales sanciones que afecten a los bancos rusos y a las instituciones financieras no solo repercutirían en la vida diaria de los rusos sino que también tendrían consecuencias en las grandes economías y no solo europeas.
Mientras tratan de evitar lo peor, los líderes occidentales han incrementado la ayuda militar a Ucrania.
El primer ministro británico, Boris Johnson, que tiene previsto hablar con Putin esta semana, anunció que Londres prepara ofrecer a la OTAN un “gran” despliegue de tropas, armas, navíos de guerra y aviones.
El secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg agradeció el domingo el creciente respaldo militar al tiempo que apoyó la iniciativa diplomática británica.
Con información de AFP