La Marina de Estados Unidos indicó que el barco USS Benfold “ejerció los derechos y las libertades de navegación en la zona de las Islas Paracelso, acorde con el derecho internacional”.

Pero el Comando Sur del Ejército Popular de Liberación (EPL) advirtió que el navío ingresó “ilegalmente” a aguas que Pekín considera como propias. El EPL “organizó fuerzas navales y aéreas para seguir y monitorear, así como advertir y alejar” al buque estadounidense, señaló en un comunicado.

Pekín se atribuye la soberanía de casi todo el mar de China Meridional, por cuyas rutas comerciales pasan billones de dólares cada año. Partes del mar son reclamadas por Brunéi, Malasia, Filipinas, Taiwán y Vietnam.

China ha ignorado un fallo de 2016 de la Corte Permanente de Arbitraje, de La Haya, que declaró como carente de base sus reclamos sobre el mar. Varias marinas occidentales realizan “operaciones de libre navegación” para afirmar la idea de que el mar de China Meridional es una vía internacional.

El paso del USS Benfold del jueves fue la primera operación de este tipo conocida este año.

Una semana antes, Estados Unidos presentó sus argumentos más detallados a la fecha contra los reclamos “ilegales” de Pekín sobre el mar de China Meridional, rechazando sus justificaciones geográficas e históricas.

La Oficina de Océanos y Asuntos Ambientales y Científicos Internacionales del Departamento de Estado dijo en un informe que China no tiene bases jurídicas para sus reclamos sobre ese mar.

China rechazó el informe

En los últimos años, Pekín ha cimentado su control sobre islas y atolones del mar de China Meridional mediante reclamos territoriales y la construcción de instalaciones militares, los cuales han alarmado a muchos de sus vecinos.

La tensión entre China y Taiwán parece incrementar cada vez más. A finales de 2021 Estados Unidos reprendió a China por su actividad militar ”provocadora” y “desestabilizadora”, un día después de que aviones de combate y bombarderos chinos hicieran su mayor incursión en la zona de defensa aérea de Taiwán.

“Estados Unidos está muy preocupado por la provocadora actividad militar de la República Popular China cerca de Taiwán: es desestabilizadora, impone riesgos de errores de cálculo y socava la paz y la estabilidad de la región”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en un comunicado. “Instamos a Pekín a que cese la presión y coerción militar, diplomática y económica sobre Taiwán”, agregó.

La demostración de fuerza de Pekín comenzó el viernes, con ocasión del Día Nacional de China, con una incursión récord de 38 aviones militares, entre ellos un bombardero H-6 con capacidad nuclear.

El sábado, Taiwán denunció una nueva incursión récord de 39 aviones y acusó a Pekín de “intimidación” y “dañar la paz regional”. “Es evidente que el mundo, la comunidad internacional, rechaza cada vez más estos comportamientos de China”, dijo a la prensa el primer ministro Su Tseng-chang.

Taiwán, una democracia de 23 millones de habitantes, vive bajo la constante amenaza de una invasión China, que considera a la isla un territorio díscolo. Pekín aumentó la presión sobre Taipéi desde la elección en 2016 de la presidenta Tsai Ing-wen, quien dice ver a la isla como “independiente” y no como parte de “una sola China”.

Bajo el mandato del presidente Xi Jinping, los aviones de combate chinos cruzan la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán (ADIZ) prácticamente a diario.

ADIZ no es lo mismo que el espacio aéreo de Taiwán, sino que incluye un área mayor que se solapa con parte de la zona de identificación de defensa aérea de China continental e incluso con parte de su territorio. Xi ha dicho que es “inevitable” que Taiwán se convierta en parte del continente.

*Con información de la AFP.