Este lunes, 30 de octubre, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela anunció la suspensión de “todos los efectos de las distintas fases del proceso electoral conducido por la Comisión Nacional de Primarias”, en el que la opositora María Corina Machado se impuso con casi el 93 % de los votos.
Ante el hecho, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, había advertido este martes al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, que no cuenta con “carta blanca” para vulnerar el acuerdo logrado con la oposición y que, de hacerlo, se expone a la re imposición de las sanciones levantadas.
“Si el régimen ha violado de hecho el acuerdo alcanzado, entonces, por supuesto, tomaremos las medidas necesarias”, aseguró Blinken, un día después de que la corte suprema de Venezuela suspendiera “todos los efectos” de las primarias opositoras, en las que se impuso la liberal María Corina Machado por abrumadora mayoría.
“Hemos sido muy claros al respecto: no van a tener carta blanca para llevar a cabo acciones que estén en contradicción con los compromisos que han asumido para avanzar hacia unas elecciones libres y justas, que es un objetivo compartido que tenemos con la oposición”, afirmó Blinken ante un comité del Congreso que examinaba la ayuda de Washington a Ucrania e Israel.
Esta fue la respuesta del funcionario al senador republicano Marco Rubio, quien lo cuestionó sobre una posible reimposición de las sanciones levantadas parcialmente en recompensa por el acuerdo logrado a mediados de octubre en Barbados.
Y es que representantes de Maduro y de la oposición habían acordado que para las próximas elecciones presidenciales, que se llevarán a cabo durante el segundo semestre de 2024, estarán presentes observadores internacionales.
Como premio y para alentar el diálogo, Estados Unidos levantó temporalmente y bajo condiciones las sanciones al petróleo, gas y oro de Venezuela, emitiendo dos licencias y modificando otras tantas.
Blinken recordó que su país se reserva el derecho de revocarlas si Caracas incumplía su parte del trato y que sigue esto “muy de cerca”.
Estados Unidos no reconoce la reelección de Maduro en 2018 por considerarla fraudulenta. A cambio del levantamiento de sanciones, pide que Caracas cumpla con lo acordado, libere a los presos políticos y establezca un calendario para la habilitación de todos los candidatos a los comicios.
No obstante, sobre el hecho no se ha pronunciado el presidente de la potencia norteamericana, Joe Biden, de manera pública frente a este tema.
Al mismo tiempo que el Gobierno del país norteamericano anunció este martes que prohibirá la entrada de funcionarios y “otros actores del sector público y privado” de Guatemala debido a que han socavado “la democracia y el Estado de derecho”.
Ambas posturas generaron molestias en algunos sectores de la política estadounidense. Una de ellas vino por parte de en pronunciarse y lanzar un duro dardo, fue la congresista del Partido Republicano, María Elvira Salazar.
A través de su cuenta de X, antes Twitter, la representante a la cámara cuestionó la política exterior de Biden y su Gobierno, debido a las diferentes respuestas que ha tenido para cada uno de los países.
“Resulta que Maduro anula descaradamente una primaria en la que participaron 2.4 millones de venezolanos, y la Administración ni siquiera reacciona, y ahora Biden sanciona a Guatemala por ser ‘anti-democrático’. ¡La política exterior de este presidente es un insulto a la razón!”, dijo.